El coronel de Carabineros Eduardo Witt contó que dos oficiales y cinco carabineros fueron dados de baja por su responsabilidad en una salvaje golpiza a un joven de 18 años.
Los hechos ocurrieron el día miércoles de la semana pasada, cuando Matías Soto, de 18 años, se dirigió a una manifestación en los alrededores de la estación de metro Protectora de la Infancia. Cerca de las 10 y media de la noche el joven estudiante de Ingeniería Mecánica en el INACAP el muchacho regresaba a su casa pero se devolvió porque en el trayecto una amiga se cayó y quiso ir a ayudarla.
Por razones muy difíciles de comprender para alguien que no tenga una personalidad psicopática, Soto fue interceptado por un grupo de policías que lo golpeó de forma brutal y cobarde. ¿Qué justificación posible podría haber para algo así, un delito? Es decir, si el joven hubiese cometido alguno, tendrían que habérselo llevado detenido. Esta acción es derechamente delictual.
“Es una situación inaceptable e intolerable, fuera de todo protocolo o norma y al margen de la ley”, aseguró Witt al informar sobre la baja de los policías, que deberán enfrentar a la justicia en calidad de civiles.
“Ellos lo golpearon para matarlo de forma brutal y desmedida. ¿Por qué lo hicieron? No estaba haciendo nada, ni siquiera se lo llevaron detenido”, ha dicho a los medios su madre, Melissa Ramos.
El joven actualmente se encuentra con reposo absoluto y la consecuencia más delicada de esta acción es una fractura rota de carácter “grave”.