Actualmente la empresa está por encima de la barrera de los 100 millones de euros en la Bolsa.
A veces, cuando sales del pregrado no sabes si buscar un trabajo inmediatamente, revisar las ofertas de postgrados para seguir vendiendo tu alma al sistema educacional y monetario chileno o tirarte a los brazos de la depresión. Era 2014 y me encontraba en una (o las tres al mismo tiempo) de estas situaciones cuando me acordé de que un amigo trabajaba en el mall, en una pega que no requería ningún tipo calificación especial, con un sueldo por sobre el promedio de actividades del tipo retail. Vamos, dije, me voy a trabajar a Zara.
Debo reconocer que antes de entrar no tenía idea como funcionaba la empresa, menos de como era su modelo de trabajo tan especial y único en el mundo. Solo sabía que por lo general se hacían largas colas en las cajas para pagar y que cierto sector de la población chilena le dice “la Zara” de manera entusiasta, como si pasearse por entre los colgadores fuera un panorama dominical (para algunos el mall lo es). Pero todo cambió cuando por protocolo tuve que asistir en una jornada de inducción para los nuevos trabajadores de la empresa.
Inditex, la multinacional española que agrupa a Zara, Pull & Bear, Bershka, entre otras tiendas, tiene más de 7 mil locales alrededor del globo en 91 países y actualmente, a dos semanas de entregar sus resultados globales, la capitalización del grupo está por encima de la barrera de los 100 millones de euros en la Euro Stoxx 50, el índice bursátil de 50 empresas de la eurozona.
La consultora Merco nombró a Inditex como la compañía favorita de los analistas económicos, por sobre Google o Apple.Y mientras Zara sigue abriendo tiendas en Estados Unidos, GAP planea cerrar 50 de sus 2 mil locales. ¿Qué es lo que hace a Zara y sus tiendas hermanas una beta de negocios tan grande y atractiva para consumidores e inversionistas?
Acá te explicamos porque hoy Amanancio Ortega, dueño de Inditex, amasó una fortuna que lo hace el hombre más billonario del mundo por sobre Bill Gates:
Si lo ves en tienda, comprálo, puede que la próxima vez que vayas no esté
La Coruña, el lugar donde los Head Quarters de Inditex se aloja, es el centro de operaciones de la empresa en donde cada dos semanas salen camiones hacia los aeropuertos de España para enviar las prendas. La idea de Zara es tener una alta rotación de productos que va en paralelo con pequeños tiempos de producción y reducidas tiradas de prendas. Es así como la tienda tiene pequeñas “colecciones” que se van renovando todo el año, que rompen con el esquema clásico primavera/verano u otoño/invierno. Además, por esta razón, Zara ahorra tiempo y dinero en almacenamiento e inventarios. Es también como Zara lleva a su máxima expresión el concepto de “fast fashion”, llevándolo hasta un punto infernal de la moda. Zara le hizo saber a sus clientes que si entran a una tienda y les gustó algo tienen que llevárselo, porque probablemente no lo vuelvan a ver más, aunque lo vayan a buscar a la tienda del Mall Marina Arauco.
Algodón lationamericano y manufactura europea
Si bien las colecciones se diseñan exclusivamente en los HQ de La Coruña, no quiere decir que todas las prendas vengan directo desde España. Si estás usan hoy algo que compraste en Zara fíjate que en la etiqueta es poco probable que aparezca un país europeo, sino que es cada vez más común leer a países como Perú, Brasil o Argentina en los tags. Para ser una empresa que se jacta de tener 14 fábricas de ropa en España para crear sus productos, además de mandar a coser a algunos de sus productos a algunas naciones vecinas, es raro que aún no se refieran a Latinoamérica como su nueva China. Si hasta acusaciones de esclavitud en Brasil y Argentina han tenido.
Robo intelectual de diseños
En julio de este año se destapó la última polémica que involucra uno de los robos intelectuales más cara dura del último tiempo. Tuesday Bassen, ilustrador independiente que ha trabajado con marcas como Urban Outfitters (otra que no se libra del lanceo) y Nike, acusó a la empresa del robo de cuatro de sus diseños sin supermiso y sin compensación. Bassen liberó por internet la respuesta que le dio la empresa, que contenía momentos bajos como que es casi imposible que alguien asocie el nombre Tuesday Bassen con los diseños y que Zara, basícamente, es mucho más grande que ella para preocuparse por las acusaciones.
Como bien lo explica el libro “Fashion Brands: Branding Style from Armani to Zara”, la compañía tiene dos teams de creativos, uno en las calles y otro en las pasarelas. Los que van a los circuitos de la moda se encargan de anotar y clasificar las tendencias, pero son los que están en la calle los que se encargan de identificar si lo que se lleva en el street wear conjuga con la alta moda.
La tienda es tu mejor marketing
Zara no sabe de publicidad. Es algo que se toman muy enserio, porque a lo largo de sus más de 40 años de vida, decidieron que no iban a marketear su marca. Suena descabellado para un mundo globalizado como este, pero es la filosofía de la empresa y les ha dado resultado. Zara no tiene grandes carteles en las calles, menos avisos en las revistas, solo se han sostenido por el boca a boca de sus clientes y las notas que aparecen los medios sobre la compañía. Se dice que Ortega nunca ha dado una entrevista y rara vez le han sacado una foto. Ha sido otra gente quien se ha hecho cargo de ser la cara visible de uno de los retailers más importantes del planeta.
También manejan un concepto que se llama “tienda piloto”, que es copiar un modelo de local traído directamente desde España que copia en los lugares más importantes del mundo (en nuestro caso sería la tienda del Costanera Center) para mostrar exactamente como los productos deben ser distribuidos dentro para que la gente los compre. Es tal el nivel de meticulosidad que tienen encargados especiales de coordinar los productos y de ponerlos en los escaparates. Y son dos cargos distintos.
E insisto..si lo ves en la tienda…cómpralo. La próxima vez no estará. Y si no quieres comprarlo, no importa, Ortega ya es lo suficientemente millonario como para importarle tu dinero.