Porque el regreso de Trainspotting no era suficiente, El Club de la Pelea 2 también llega 20 años después porque “algunos amigos imaginarios nunca desaparecen”.
No te voy a mentir, ni yo ni nadie acá lo ha leído aún, y aunque me piquen las manos por abrirlo no lo he hecho. Nos enviaron el ejemplar para regalarlo sellado y así ha permanecido.
Esta es una de esas veces cuando deseas que nadie concurse porque quieres quedarte el premio. Pasa a veces. Pasa sobre todo cuando se trata de una obra maestra generacional como “El club de la pelea”, el libro de Chuck Palahniuk de 1996, que alcanzó fama mundial el año 1999 cuando David Fincher adaptó la novela al cine y enseñó a punta de combos en la cara que los sentimientos de alienación, violencia reprimida, el vacío existencial que provoca vivir en un mundo donde la única posibilidad de libertad y satisfacción está dada por el consumo, era un zeitgeist generacional. Que no estabas sol@ en esa caída libre.
Cuando entendiste que las cosas que poseías te terminaban poseyendo a ti, como quizá en su mejor canción lo musicalizó Papa Roach en Between Angels And Insects.
Que era toda una generación la que se sentía estafada y emputecida por la vida que la tv cable y sobre todo MTV te mostraba y que era muy diferente a nuestras aburridas y espinilludas existencias.
Pero bueno, aunque cueste creerlo 18 años han pasado desde que esa película te abrió el cráneo. Y ya era momento de que Tyler volviera. No fue un proceso fácil eso sí, el proyecto se viene gestando hace ya varios años y según contó Chuck Palahniuk siempre lo pensó como una novela gráfica. Así que se juntó con Cameron Stewart y la hicieron. En la novela gráfica aparece el mismo Palahniuk sufriendo por parir esta segunda parte.
La historia va sobre la vida del narrador, Jack, que ahora se llama Sebastián, que está casado con Marla, y tienen un hijo de 9 años con un apetito voraz por la destrucción (le gusta construir bombas caseras). Sebastián está aburrido de su vida y es en ese minuto donde Tyler renace.
Porque como bastante bien escribieron en The Atlantic:
“Tan conmovedoras como hilarantes, las fábulas desfiguradas de Palahniuk retratan el retorcido espíritu de nuestra época y se suman, con una voz propia, extrañamente sugestiva y poética, al canon contemporáneo. En un presente hiperactivo, obsesionado con el terrorismo, internet, la guerra y la crisis mundial, es normal que necesitamos más que nunca que Tyler vuelva”.
Pero basta de palabrería y vamos con el concurso.
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