Las imágenes del millonario ruso-esraelí Roman Abramovich en las conversaciones para detener la invasión de Rusia a Ucrania han despertado inquietudes. A pesar de que ambos países están dispuestos a que el dueño del Chelsea esté presente, voces opositoras al mandato de Vladimir Putin desconfían de su participación.
Esta semana, medios internacionales como la BBC reportaron que el multimillonario ruso, Roman Abramovich, sufrió presuntos síntomas de envenenamiento después de participar de una reunión de negociaciones de paz, para así llegar a un acuerdo para que Rusia detenga su invasión armada en el territorio ucraniano.
Si bien, el empresario dueño del equipo de fútbol Chelsea de la Premier League logró recuperarse, muchos se han preguntado por qué fue elegido para mediar este proceso. Y a pesar de que la respuesta a esta pregunta no está clara, sí lo está el interés de los países involucrados para que él esté presente en la ronda de conversaciones y se pueda conseguir un eventual alto al fuego.
En una conferencia de prensa, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov confirmó que el magnate participó en “la fase inicial” de la mediación, mientras que según informaciones reunidas por The Wall Street Journal, el mandatario ucraniano, Volodymyr Zelensky, solicitó al presidente estadounidense, Joe Biden, que no aplicara sanciones inmediatas en contra de Abramovich, debido a que su presencia como mediador podría ser útil.
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Frente a esto, Estados Unidos aceptó retrasar el anuncio de las represalias que tenían preparadas, a pesar de que la Unión Europea y Reino Unido ya habían impuesto una lista de sanciones.
Pero la pregunta central es: ¿por qué el presidente de Ucrania está dispuesto a incluir a Abramovich en la mesa de conversaciones?
Si bien el magnate del Chelsea es ruso, también tiene la nacionalidad israelí, además de ser un firme defensor de las causas judías, de la misma manera en que lo es Zelensky. Incluso, el abuelo de este último fue un soldado soviético que combatió contra los nazis y que perdió a tres hermanos durante el Holocausto, según informaciones que reunió el periódico español La Razón.
Asimismo, desde el gobierno ucraniano afirmaron al medio Ukrayinska Pravda que confían en que la posición de Abramovich es neutral y que su voz tiene valor para Vladimir Putin, debido a que no solo forma de la parte de la élite económica proveniente de Rusia, sino que también podrían tener eventuales vínculos y relaciones en común, factores adicionales al apoyo político que le ha manifestado anteriormente.
“¿Cómo pudieron haber olvidado quién es? Es uno de los mayores patrocinadores del régimen de Putin”, dijo la opositora jefa de la Fundación Anticorrupción, Maria Pevchikh, en declaraciones rescatadas por el diario español, para luego sentenciar que “estoy 100% segura de que esto se coordinó por completo con el Kremlin. Cuando has sido el títere de Putin durante 22 años, no te vuelves honesto de repente”.