Haciéndose pasar por voluntarios, hombres dedicados a la trata de personas se estarían aprovechando de la situación que viven millones de ucranianas junto a niños y niñas, reclutando gente en la frontera con la falsa promesa de llevarlos a un mejor lugar de Europa.

Según la BBC, diez millones de ucranianos se han movilizado producto de la guerra exponiéndose a los peligros de la frontera.  La mayoría buscaría refugio en otras zonas de Ucrania, que se cree que son más seguras, mientras que casi tres millones y medio de personas han huido.

Aprovechándose del caos, el secretario general de la ONU, António Guterres, tuiteó que “para los depredadores y traficantes de personas, la guerra en Ucrania no es una tragedia (…) Es  una oportunidad, y las mujeres y los niños son los objetivos”.

Karolina Wierzbińska, coordinadora de Homo Faber, una ONG de Derechos Humanos con sede en Polonia, dijo que los menores eran la gran preocupación. Muchos viajaban fuera de Ucrania sin compañía, explicó. “Varios niños desaparecieron y se desconoce su paradero actual como resultado de unos procesos de registro irregulares en Polonia y otras regiones fronterizas, especialmente al comienzo de la guerra”.

Elena Moskvitina es una de las personas que vivió en carne propia el peligro de cruzar la frontera y lo compartió en Facebook. Ahora está a salvo en Dinamarca, sin embargo, cuando cruzaron hacia Rumania,  asegura que falsos voluntarios en un centro de refugiados le preguntaron dónde se hospedaba.

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Más tarde, aparecieron y le dijeron que Suiza era el mejor lugar para ir y que la llevarían allí en una camioneta junto con otras mujeres. Moskvitina explica que los hombres la miraban a ella ya su hija “de mala forma” y ahí fue cuando sintió que las cosas no estaban bien. 

Le pidieron que les mostrara a su hijo, que estaba en otra habitación. Lo miraron de arriba abajo, dijo la refugiada según la BBC. Luego insistieron en que viajara sin nadie más que ellos, y se enojaron cuando les pidió ver sus identificaciones.

Para alejar a los hombres de su familia, Moskvitina prometió reunirse con ellos cuando las otras mujeres estuvieran en su camioneta. Pero en cuanto se fueron, explica, tomó a sus hijos y salió corriendo.