Esta semana Manson, nombre artístico de Brian Warner cumplió 53 años y volvió a ser viral en redes sociales, sobre todo por el reflote que tuvo el reportaje de la revista Rolling Stone, Un monstruo oculto a la luz del día, donde reúne testimonios de las sobrevivientes, testigos y colaboradores que trabajaron con él.
Todo comenzó en 2018, cuando la actriz Evan Rachel Wood dio su testimonio ante un comité del Congreso estadounidense mientras preparaban una ley que establecía los derechos de las personas sobrevivientes de abuso sexual.
“Mi experiencia de violencia doméstica incluyó abuso mental, físico y sexual. Comenzó lentamente pero luego se intensificó. Hubo amenazas contra mi vida, manipulación psicológica, lavado de cerebro, despertarme siendo violada y, la peor parte, rituales enfermizos de atarme manos y pies para ser torturada mental y físicamente hasta que mi abusador sintiera que ya ‘le había demostrado mi amor’. (…) Tenía demasiado miedo para escapar y pensaba que él me iba a encontrar”, aseguró.
Wood no entregó el nombre de su abusador, pero inmediatamente las redes sociales especularon que se trataba de su ex pareja, Brian Warner, mejor conocido como Marilyn Manson.
Pero no fue hasta más de dos años después que la propia actriz lo confirmó a través de una declaración por redes sociales. Su publicación desencadenó más denuncias en contra del artista. La también actriz Esmé Bianco y las modelos Sarah McNeilly, Ashley Morgan Smithline y Ashley Waters, todas ex parejas de Warner, se sumaron a la causa. Asimismo, aparecieron testimonios en calidad de anonimato que aseguraban también haber sido abusadas psicológica y físicamente por él.
Las repercusiones en la carrera de Warnen no tardaron en llegar. Su discografía y su manager lo dejaron, y perdió los papeles de dos series televisivas. Sin embargo, y pese al aumento de casos de mujeres que lo denunciaban, emitió un comunicado negando los hechos.
“Obviamente, mi arte y mi vida han sido durante mucho tiempo imanes para la controversia, pero estas afirmaciones recientes sobre mí son horribles distorsiones de la realidad. Mis relaciones íntimas siempre han sido con consentimiento mutuo y con personas de ideas afines. Es la verdad, independientemente de cómo y por qué algunas personas ahora eligen tergiversar el pasado”, declaró.
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Y a fines de noviembre del 2021, los periodistas de la revista Rolling Stone, Kory Grow y Jason Newman, publicaron un exhaustivo reportaje con más de 50 fuentes sobre el historial de abusos de Brian Warner. El texto, titulado Un monstruo oculto a la luz del día, contenía testimonios de algunas sobrevivientes y de personas que trabajaron con él y que confirmaban muchos de los hechos narrados por las mujeres ante la justicia. Uno en particular causó tanto revuelo que la policía tuvo que allanar su casa para comprobar su veracidad.
Se trataba de una pieza de su casa a la que llamaba La Habitación de las Chicas Malas y que fue mencionada en los testimonios del reportaje. Warner vivía en una sede de un sello discográfico y adaptó la cabina de vidrio insonorizada que usaban para grabar música electrónica, para que funcionara como una celda de confinamiento para las mujeres que compartían con él y que “no se portaban bien”. Allí las retenía contra su voluntad.
El factor común de esta habitación fue algo que hizo que las ex parejas de Warner se aliaran y decidieran hablar. “Una vez que empezamos a hablar nos fuimos poniendo pálidas, creo que todas pensamos: Eso también me pasó. Creía que era la única”, aseguró Ashley Waters.
“No sé qué tipo de dolor experimenta. Pero lo único que quiere es que la gente sienta ese dolor una y otra vez”, comentó Sarah McNeilly. Si bien la policía estadounidense ha emitido órdenes de arresto en contra de Warner, estas no han prosperado y en mayo de 2021 se entregó a la justicia, pero fue procesado y puesto en libertad bajo fianza de reconocimiento personal, según el portal E!.