Desde la aceleración del ritmo del corazón hasta sentir menos hambre son algunas de las sensaciones que podrías experimentar cuando estás enamorado. Así lo cuenta en el libro Wired for love la investigadora Stephanie Ortigue, quien se enamoró perdidamente mientras realizaba su estudio sobre el amor.

El amor en la realidad cotidiana es una necesidad biológica tan vital para la salud como lo es la alimentación, la hidratación y el ejercicio. Esa fue la principal conclusión que adquirió la neurocientífica Stephanie Ortighe en su nuevo libro Wired for love, relato que ahonda en la transformación neurocientífica que provoca el amor en el cerebro de las personas.

En el libro, la científica cuenta cómo no estar enamorada la volvía a ella misma una investigadora más objetiva de su estudio, pero todo cambió cuando conoció en 2011 al neurocientífico John Cacciopo.  Sin esperarlo, la autora se enamoró por primera vez a sus 37 años y experimentó todas las emociones y sensaciones que estaba sondeando para su libro. 

Es por ello que “Wired for love” no es solo una investigación neurocientífica, también habla de la experiencia de enamoramiento de la autora que tuvo un siniestro final con el fallecimiento de John producto del cáncer, en 2018.

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Según explicó la neurocientífica en entrevista con The New York Times, en el proceso de enamoramiento el cerebro exhala unos neurotransmisores que permiten aliviar el estado de ánimo. Al mismo tiempo el ritmo del corazón se acelera y se incrementan los niveles de la denominada “hormona del amor”, es decir, la oxitocina.

Por otra parte, Ortighe también añade que cuando estamos enamorados los niveles de serotonina descienden, lo que provoca que se regule el apetito y que los pensamientos negativos disminuyan. Debido a esa razón, es bastante probable que en estos periodos las personas coman durante periodos de tiempo irregulares.

Cuando no hay amor ni relaciones sociales significativas, sucede todo lo contrario: el cerebro envía señales de que no está todo bien e incluso se pueden generar enfermedades como diabetes, depresión e hipertensión.