Según cifras internacionales, el 40% de las personas ha perdido el deseo sexual gracias a la pandemia. La incertidumbre de estos últimos tiempos y la monotonía estarían aniquilando nuestras ganas de tirar. Y aunque para una especialista esto no debería preocuparnos, ni mucho menos ser una prioridad hoy, acá algunos consejos para no dejar apagar la llama. O volver a encenderla.
“Muchos hábitos del día a día han cambiado y con ello se ha perdido la energía vital y la evasión para que nazca el deseo. Durante el confinamiento, la gestión del espacio personal, obligados a una convivencia de 24 horas al día con la misma persona o, por el contrario, la imposibilidad de verse con la pareja por hallarse en lugares separados, dificultaron el deseo, y muchas parejas se llegaron a replantear el futuro de sus relaciones”, señala un artículo de La Vanguardia.
A esto se le suma la incertidumbre en la que estamos todos: ¿Funciona o no la vacuna? ¿Vamos a lograr superar esta pandemia y volver a la normalidad? Estos pensamientos pueden dejarnos estresados, desconfiando del cause de la vida y llenos de ansiedad. Y junto con esto se apaga lo poco prendida que estaba la llama, porque el estado de ánimo y el deseo andan juntos de la mano.
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La psicóloga, sexóloga y terapeuta María Martínez Murillo afirma que lo más recomendable es trabajar el erotismo a través de un contacto físico sencillo, sin grandes parafernalias. Hay que intentarlo con caricias, besos y abrazos, eso sí, sin la sensación ni obligación de tener que ir a la cama, sino disfrutando de cada momento. “Es fundamental no forzarnos a tener sexo porque, a veces, quedarnos con ganas de más ayuda mejor a crecer el deseo sexual”, explica al medio español.
La especialista dice que durante la primera ola de la pandemia, con el confinamiento como novedad, tanto familias como personas que vivían solas quedaron a la intemperie emocional, convirtiéndose en “víctimas fáciles del decaimiento y la melancolía”.
Entonces hoy, pedir que el deseo sexual no esté en modo avión es exigirle mucho al cuerpo. Según un estudio del Instituto de Kinsey en la Universidad de Indiana, más de un 40% de las personas considera que su actividad sexual ha empeorado durante la pandemia. Y, como consecuencia de ello, uno de cada cinco ha accedido a probar otras cosas en su vida sexual que antes no hacían: desde nuevas posturas, hasta recurrir a fotos, fantasías, ver porno o practicar cibersexo.
Pero qué realmente nos estimulará, según la especialista, son esas cosas pequeñas que hacen la diferencia: la comunicación honesta, la creatividad, pero por sobretodo evitar la auto exigencia y cuidar la salud mental. Hay prioridades antes que el sexo. Take it easy.