El país del hemisferio norte puso fin a las restricciones para que personas homosexuales y bisexuales puedan donar sangre. Una medida que regía desde los 90 y que diversos activistas por las disidencias buscaron zanjar. ¿De dónde venía esta normativa? Te lo contamos.

Finalmente: Canadá anunció el fin de las restricciones para que personas homosexuales y bisexuales puedan donar sangre, poniendo fin a un impedimento que se remonta a la crisis del VIH/Sida de las décadas de los 80 y 90. Ahora, los donantes serán examinados para detectar comportamientos sexuales de alto riesgo, independientemente del género o la sexualidad. Un logro para la inclusión que estaba pendiente. 

“Con este nuevo enfoque, los Servicios Canadienses de Sangre introducirán un cuestionario de selección de donantes basado en el comportamiento sexual que se aplicará a todos los donantes de sangre y plasma”, dijo el departamento de Salud en un comunicado oficial donde además destacó que este cambio de política marca “un hito importante hacia un sistema de donación de sangre más inclusivo”.

Te podría interesar: Un filósofo nos explicó por qué murió el amor eterno

¿De dónde salió esta prohibición? Se introdujo en 1992 tras un escándalo de sangre contaminada que hizo que miles de canadienses se infectaran con el VIH tras recibir transfusiones.  Y en 2019, los hombres que habían tenido relaciones sexuales con hombres debían mantener abstinencia sexual y solo podían donar sangre al menos 90 días después.

Varios activistas por las disidencias lucharon contra esta política discriminatoria y alegando que no se basaba en la ciencia. De hecho, citaron una investigación usada por el Ministerio de Sanidad canadiense que mostró el riesgo actual de contraer el VIH a través de una transfusión de sangre, con todas las muestras, se estimaba “muy bajo”: 1 de cada 20,7 millones.