La crisis climática amenaza con acabar con nuestro planeta como lo conocemos, y también con uno de nuestros brebajes favoritos: la cerveza. ¿Cómo podemos evitarlo? Aquí te lo contamos.

No hay bebida más refrescante en un día caluroso que la cerveza. Este brebaje milenario hecho en base a agua, lúpulo, levadura y cebada, es una de las bebidas alcohólicas favoritas en gran parte del mundo, y hoy la crisis climática podría acabar con ella. ¿Por qué? Debido a que uno de sus principales ingredientes está sufriendo las consecuencias de los climas extremos: la cebada (también llamada malta), afectando tanto a su producción como a su estructura genética.

La lluvia inesperada durante la época previa a la cosecha arruina los cultivos, ya que causa que los granos de malta germinen prematuramente. A causa de esto el cereal pierde sus propiedades y por lo tanto, se arruina y es inutilizable.

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Por lo mismo, es que científicos japoneses desarrollaron una técnica para modificar genéticamente los granos de este cereal de manera que sean más resistentes al clima y no germinen antes de tiempo.

“Reconocimos la necesidad de manipular estratégicamente los cultivos para capear los efectos de exacerbar constantemente el cambio climático. Dado que nuestro grupo de investigación colaborativo ya había desarrollado experiencia en la edición del genoma de precisión de la cebada, decidimos ir con lo mismo inicialmente”, expresó el Dr.Hiroshi Hisano de la Universidad de Okayama, Japón.

Otra bebida producida en base a la cebada es el whisky, y gracias a la edición del genoma de la malta, no habría que preocuparse tampoco por la escasez de este licor.