Lee el indignado descargo de la familia de estudiante esposada en el metro: “Fue injusto y repudiable”

“No hay dos lecturas: esposar a una baranda, a una mujer, exponiéndola al público y provocando hasta un desmayo, es injusto, arbitrario y degradante”, reza el comunicado.

Ayer te contamos sobre un confuso y violento incidente, en el cual una joven fue esposada por horas en la estación Santa Isabel del metro a vista y paciencia del resto de los pasajeros, que reaccionaron indignados con la inexplicable medida tomada por los guardias.

En el momento hubo versiones contrapuestas, mientras unos aseguraban que la joven se había equivocado de salida solamente, otros decían que había sido sorprendida robando. Aunque ni siquiera si hubiese sido esto último cierto, la medida era exagerada y abusiva. Pero la historia finalmente terminó ser la siguiente y corroborada por la empresa Metro de Santiago: la joven intentó salir por un paso habilitado para personas con movilidad reducida y esto llevó a una “discusión que escaló en intensidad”, según “explicó” Metro, entre un guardia y la joven.

Insólito, por decir lo menos. Hoy, la familia de la joven estudiante de danza identificada como Angela Fuentes Rivera se desahogó vía Facebook en una carta que reproducimos a continuación:

“Comunicado único y familiar sobre los hechos horrendos cometidos en el metro hacia Angela Fuentes Rivera

Como familia estamos afectados por los hechos acontecidos el miércoles 27 a las 6:00 HRS en la estación del Metro Santa Isabel. No ha sido grato estar expuestos como lo hemos estado, lidiar con el acoso de los medios y ver tanta difamación y mentiras.

Lo que nos ocurrió hoy fue un hecho injusto y repudiable.

Por razones muy debatibles se secuestró a una persona y se le tuvo durante dos horas inmovilizada a la fuerza y expuesta a las miradas de todos quienes por allí circulaban. De manera arbitraria, una mujer, madre, estudiante y artista fue sometida a un trato violento y degradante y eso es algo que como familia y sociedad no debemos aceptar.

Hoy, directamente, se pasaron a llevar los Derechos Humanos de una mujer. No exageramos.

En el artículo 11 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos dice que “toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia, mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa”, cosa que aquí no ocurrió. Se formularon acusaciones injustas y se tomaron (de inmediato), medidas arbitrarias, violentas y fuera de toda proporcionalidad.

El artículo 5 de la misma declaración es muy claro: “Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes”. No hay dos lecturas: esposar a una baranda, a una mujer, exponiéndola al público y provocando hasta un desmayo, es injusto, arbitrario y degradante.

Repudiamos el accionar agresivo de los guardias y del personal de la estación, así como rechazamos la actitud fría e indolente de María Irene Soto, Gerenta de clientes de Metro, que dijo a CHV que lo que ocurrió fue debido a “una agresión a nuestra funcionaria” (cosa que rechazamos totalmente; discutir no es lo mismo que agredir).

La señora Soto dijo además que la detención no se dio en un lugar privado por un tema de “transparencia”.

No entendemos la frialdad y la falta de empatía de la señora María Irene Soto, expusieron y dañaron la imagen, la honra y la salud de una mujer, y lo hicieron de ese modo para ser ¿transparentes? Incomprensible.

Lo único bueno de esta política de “transparencia” es que que permite conocer el verdadero e inhumano rostro de esta empresa, quizás una de las mas importantes a nivel nacional.

Sabemos que al denunciar este hecho somos David contra Goliat, pero no por ser, ellos, una empresa gigante y nosotros ciudadanos comunes y corrientes, tienen derecho a pasar a llevar nuestra dignidad como personas. Estos son hechos condenables y los repudiamos con fuerza.

Invitamos a todos quienes quieran unirse en nuestra denuncia y condena, a compartir este mensaje, a denunciar y decir: basta de abusos.

Agradecemos la solidaridad”.

Fuente: Facebook de Francisco Olivares, esposo de Ángela. Dale tu apoyo acá.

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