No es primera vez que las vemos, ha pasado antes en lugares como la India y hoy le llegó el turno a Mosquera, un pueblo cercano a la capital de Colombia. Parecían ser inofensivas y un bonito espectáculo a la vista, pero ¿qué son realmente contienen las nubes de espuma que desde hace años invaden las calles de este pueblo? Te lo contamos.

Provienen del río Basillas y son trasladadas por el viento. Estas grandes y pestilentes pompas de espuma que inundan poco a poco el pueblo de Mosquera, tendrían su origen, según las autoridades medioambientales colombianas, en ​​vertidos de una zona industrial y restos de detergentes domésticos, lo que las convertiría en un producto altamente tóxico para la población.

La espuma nace con el movimiento que se genera en el caudal contaminado del río en las partes más estrechas de este, generando que los químicos desechados en el torrente reaccionen y se genere la espuma. Según un experto en hidráulica ambiental existen problemas similares a lo largo de otros ríos en la región, incluido el río Bogotá, y agrega que si este tipo de fenómenos no se controlan de manera correcta, traerán serios problemas de salud a los habitantes.

foto vía La Nación / Colprensa

Te podría interesar: Hablamos con el científico que predijo el Aguacalipsis

Esto mismo ha llevado a las autoridades a activar las alarmas y comenzar a desarrollar un plan para controlar y reducir el problema, dentro de estas soluciones y propuestas, está la instalación de una planta de tratamiento de aguas, que ayudaría a mitigar el ingreso de químicos en el agua, evitando con ello la generación de esta espuma tóxica.

Uno de los vecinos del sector, Gonzalo Roa, ha culpado a la contaminación de causar problemas respiratorios a la población, no solo de niños, sino que también de adultos mayores que residen en el lugar.

“Llevamos muchos años con esta situación”, declaró a los medios, sin embargo, mientras no se tomen medidas más concretas en el asunto, a los lugareños no les queda más solución que seguir las recomendaciones de las autoridades: evitar tocar la espuma contaminada.

Foto vía La Nación / Colprensa