Hay cosas extremadamente raras que pasan y como es #ViernesHeavy te las contamos.

Todo partió como una inofensiva conversación sobre Tinder que escaló demasiado rápido. Después de todo, mis impresiones respecto la aplicación es que ya no estoy en edad de usarla y hace bastante tiempo que no escucho a nadie hablar sobre citas relacionadas con esta metodología (si se puede llamar así).

Sin embargo, uno de mis amigos irrumpió en la conversación diciendo que la última vez que usó Tinder se llevó a casa una ETS. Lo miramos con escepticismo y comenzamos a adivinar: no era VIH, ni sífilis y tampoco papiloma u alguna enfermedad conocida según su propio descarte.

“Me contagié de sarna y fue muy desagradable”, agregó.

¿Pero la sarna no es algo que les da a los perros? Pensé para mi mismo por miedo a quedar como ignorante si lo preguntaba en voz alta. Nunca había tenido un acercamiento con la sarna y no se nada al respecto sobre ella.

Decirle a alguien sarnoso es un insulto y sinónimo de suciedad, descuido y mala higiene personal. Eso sería todo lo que conozco sobre una de las enfermedades cutáneas con más prejuicios del mundo, la otra es la lepra.

Pero esto no termina acá. De hecho mi amigo -arrepentido claramente- comentó que la persona no le pegó la sarna sin antes entregarle una buena cuota de ladillas que se esparcieron por todo su cuerpo.

Antes de preguntarme dónde diablos estaba metido mi amigo fue inevitable reflexionar lo siguiente: ¿Puede la sarna ser una enfermedad de transmisión sexual?

Pero antes de responder esa inquietud, es necesario saber a qué nos enfrentamos cuando hablamos de sarna y el gusanillo que lo transmite (sí, hablamos de un pequeño parásito de apariencia diabólica que se revuelca bajo tu piel haciendo que pique)

¿Qué diablos es la sarna?

La también llamada escabiosis es una enfermedad de la piel causada por un ácaro parásito de nombre científico impronunciable que se aloja en lugares específicos del cuerpo (en mujeres los casos más recurrentes son los senos mientras que en los hombres, el glande y prepucio).

Diversos sitios de internet afirman que esta es una enfermedad que se transmite principalmente durante el sexo -como fue el caso de mi amigo- pero lo anterior es falso y solo genera prejuicios.

Cualquier persona puede tener sarna porque es extremadamente fácil de contagiar.

“Es una enfermedad endémica, es decir, no está erradicada y cada 10 años existen brotes epidémicos donde aumentan los casos por territorios delimitados”, sostiene Matías Arce, enfermero de la Clínica Las Condes.

“No es una enfermedad peligrosa, tienes que tener muy mala suerte para morir de sarna. La transmisión por vía sexual es difícil, siendo los casos principales por contacto piel a piel entre personas que estuvieron expuestas a la infección por más de 10 minutos”, agrega el profesional.

“Tampoco es habitual su transmisión por usar la ropa de un infectado, aunque es posible”, añade.

No es difícil realizar un diagnóstico respecto a la sarna por su sintomatología aunque muchas personas tardan en descubrir que se trata de esta infección porque generalmente se confunde con otros tipo de erupciones o problemas en la piel. Sin embargo, ojo si presentas:

  • Picazón intensa que se agrava en la noche
  • Descamación y pequeñas ampollas
  • Pequeñas elevaciones en la piel (que son los surcos hechos por los bichitos responsables de esta incómoda situación)
sarna
Estos son los repugnantes ácaros responsables de transmitir sarna.

Lo bueno es que se tratamiento es corto y un dermatólogo te entregará soluciones tópicas si te juntas con alguien por Tinder o simplemente te lo pegó un perro. Venden shampoos con permetrina en literalmente todas las farmacias, no son caros y te desentiendes del asunto sin que nadie lo sepa (además de uno que lo publica en forma de artículo y le pido a mi amigo disculpas de antemano). Otro remedio que sirve es el shampoo anti piojos, Launol. Debes encremarte en shampoo y no bañarte en dos o tres días.

Algo importante: las ladillas sí pueden transmitir sarna lo cual es bastante asqueroso considerando que un bicho que parece cangrejo te pega uno más pequeño y semejante. Pero vamos a la pregunta en cuestión.

¿Podríamos considerar la sarna como una ETS?

La verdad es que no. Si bien se puede transmitir durante la fricción entre dos cuerpos durante un periodo prolongado de tiempo -como fue el caso de mi amigo que tuvo una suerte de perro- no está considerada como una ETS propiamente tal.

“La sarna es como la peste cristal: se contagia a través de la piel y no es necesario haber tenido relaciones sexuales para estar contagiado, obvio” señala la sexóloga Michelle Pollman.

“Las enfermedades de transmisión son aquellas donde se contagia una bacteria, un parásito, un hongo o un virus. La sarna es un ácaro, es bien tóxico porque hablamos de una especie de garrapata minúscula y obviamente se puede prevenir usando condón”, recalca Pollman (este ácaro prefiere las partes húmedas del cuerpo como el pene y la vagina para proliferar su colonia y seguir con su cometido).

En un principio la sarna se percibe como invisible y se confunde como una alergia.

“Las ladillas responden a lo mismo. Tampoco se necesita tener relaciones sexuales para estar infestado de ellas. Después de todo, si duermes en la cama de alguien que las tenga, lo más probable es que las contraigas”.

“El virus del papiloma es el más contagioso de todos porque se necesita un mínimo de contacto físico para contraerlo”, añade la profesional para que tengamos claro que nuestras preocupaciones deberían ir por otro lado.

Y bueno, finalmente aclaré mis dudas: la sarna no es una enfermedad como tal, más bien es una irritación provocada por unos ácaros asquerosos que gracias a la ciencia y todo el esfuerzo de sus profesionales son fáciles de eliminar con una crema.