¿Habrías pensado alguna vez en que serían activistas feministas de enseñanza media quienes estarían encargados de enseñar educación sexual a sus pares y también a personas de tercera edad?

¿Habrías pensado alguna vez en que serían activistas de enseñanza media quienes estarían encargados de enseñar educación sexual a sus pares y también a personas de 3ra edad?

Conversamos con cinco estudiantes secundarias y activistas de la Región Metropolitana que trepan por Chile educando en sexualidad y género a sus compañeras y compañeros a través de un proyecto que desde el año 2016 viene empoderando a jóvenes en sus derechos sexuales. Se trata de la Escuela Es Mi Cuerpa, una red de activistas secundarios donde participan estudiantes de liceos emblemáticos y que, serán las encargadas de entregar más de 300 cuadernos para educar sobre sexualidad a sus compañeras.

Tal como lo definen ellas, la idea es dejar el adultocentrismo de lado en la educación sexual. Este concepto se evoca permitir que todas las experiencias sean validas, independiente de la edad de quienes enuncien un discurso.

“Cada taller lo realizan jóvenes de entre 12 a 19 años, cada grupo tallerista cuenta con tres a cinco participantes”, dicen María José Mosciatti, Victoria Salazar, Ana María Builes, Ana Paula Betancourt del Liceo 7 de Providencia y Jeshu Salamé estudiante del Liceo Presidente Alessandri. Todas ellas son parte de la Escuela Es Mi Cuerpa, red de estudiantes donde participan estudiantes del Internado Nacional Barros Arana, el Liceo Carmela Carvajal y el Instituto Nacional, entre otros, y que este año 2017 publicaron un Cuaderno de Educación No Sexista con apoyo de Amnistía Internacional.

“Hemos viajado a Magallanes, al Biobío, el Maule, O’Higgins, Arica y Parinacota, Santa Bárbara y Atacama realizando talleres de sexualidad a otros jóvenes”, continúan.

“La idea es abortar los mitos de la sexualidad, desde el no-sexismo disidente, joven. Nos hemos nutrido del activismo feminista para esto”

¿Cómo es la metodología de los talleres?

María José Mosciatti: Trabajamos a partir de testimonios y experiencias, trabajamos desde la autobiografía, desde ahí trabajamos mejor con las personas. Hablar desde nuestro lenguaje y experiencia acerca a las personas y permite aprender mejor temas relacionados a los derechos sexuales y reproductivos.

Victoria Salazar: Existen experiencias que se repiten región a región, pero que sin embargo continúan siendo únicas ya que se arraigan al contexto social de cada espacio.

Ana María Builes: En estos talleres trabajamos a partir de las metodologías participativas donde vamos construyendo conocimiento de forma colectiva. Partimos desde la primicia de que todos sabemos algo de sexualidad, porque somos seres sexuados. Aclaramos conceptos, pero damos el espacio par que jóvenes y personas que asisten al taller tengan el protagonismo, mientras comparten sus visiones y experiencias en torno a la sexualidad.

Ana Paula Betancourt: Es un activismo diferente, una tiene más participación, más opinión, más ideas, menos miedo al rechazo, a la equivocación, entre los mismos pares vamos aprendiendo. Se trata de generar espacios de confianza. Esto no es adultocentrista. En este proyecto todo el protagonismo lo tienen los jóvenes.

¿Cuánta gente conforma la Escuela Es Mi Cuerpa?

Jeshu Salamé: En Santiago somos alrededor de 50 activistas las que hacemos talleres. Algunas viajamos a regiones, otras apoyamos en ciertos talleres en liceos. Incluso realizamos talleres a funcionarios de servicios públicos Las labores de las voluntarias de la Escuela Es Mi Cuerpa consisten en la planificación, elaboración, compramos los materiales todas juntas. No todas hacen talleres, sino que hacemos de todo.

¿Qué se puede encontrar en el cuaderno de Educación No Sexista que repartirán a las activistas secundarias feministas?

JS: En el cuadernillo se pueden encontrar artículos, testimonios de estudiantes que viven el sexismo en la educación. El Cuaderno de Educación No Sexista contiene varias actividades para realizar talleres, desde una perspectiva secundaria, adolescente, disidente sexual, también relatos de lo que significa ser estudiante LGBT. No sólo de Santiago sino que de regiones. Porque hemos descubierto que la educación sobre sexualidad no es la misma en Santiago o en Magallanes. La idea es abortar los mitos de la sexualidad, desde el no-sexismo disidente, joven. Nos hemos nutrido del activismo feminista para esto.

¿Cómo forma parte de este proyecto el feminismo?

MJM: Nosotras somos súper diferentes entre todas, trabajamos con gente muy diferente, pero nos damos cuenta de las carencias en la educación sexual en nuestros establecimientos. En la vida en general nos bombardean con contenido que no es real sobre la sexualidad. El feminismo me hizo cambiar mi vida, generó un cambio en mi forma de moverme en el espacio, de comunicarme, de existir. Con el feminismo me di cuenta de que estaba rodeada de gente que era muy sexista, que no respetaba, no toleraba. Me cagó la vida y me la salvó, entré a un mundo diferente donde me sentía representada.

AMB: Es súper rico el ambiente de confianza, nadie juzga, ni discrimina, nadie le grita a nadie maricón, no existen estas problemáticas. Todo es en confianza, un espacio protegido donde puedes hablar de sexualidad con confianza

JS: Lo que más me ha motivado siendo facilitadora de talleres es que es una oportunidad que no tiene cualquier joven es una oportunidad que es totalmente diferente a la norma. Generalmente no somos las jóvenes quienes educamos a los adultos, se dice que no sabemos de los temas, se dice que vamos a aprender, y esta ruptura en la escuela Es Mi Cuerpa es importante. Nos hemos ido nutriendo desde la base de los derechos humanos, experiencias, el feminismo, Simone de Beauvoir, otras escritoras feministas y anarquistas, chilenas y latinoamericanas.

APB: Es una lucha constante en la vida y una la asume, es simplemente el hecho de existir y representarte como mujer.

¿Cómo se financia esta escuela?

MJM: Trabajamos con el proyecto noruego en el que personas de allá donan un día de su sueldo para que se trabajen temas relacionados a educación sexual y derechos sexuales y reproductivos. Esto se hace también en Perú y Argentina, con diferentes bases. Si bien nos financiamos con este proyecto, somos un ente independiente, con ayuda de Amnistía Internacional, que funciona como puente entre la organización Noruega y estos tres países.

¿Qué encontraron en la Escuela Es Mi Cuerpa?

MJM: Encontré travestis que me han ayudado a entender el mundo, compañeras, gente bacán, teorías increíblemente hermosas, amigas, amigos, una forma de ver la sexualidad que me encantó, una liberación personal y colectiva.

¿Qué pasa con los y las adultas?

JS: Si bien no es el foco, hemos trabajado con personas de la tercera edad. Este trabajo es complejo a veces. Varía mucho. Hay personas que son muy retrógradas, pero eso no significa que por ser tercera edad son así, porque también hay jóvenes retrógados. Es divertido conversar con esta gente, porque una no está acostumbrada a hablar siempre con ellas.


El cuaderno de Educación No Sexista, Abortando Los Mitos de la Sexualidad, diseñado por Felipe Román, editado por Cristeva Cabello, reúne textos de activistas de cinco regiones y participan estudiantes de establecimientos en los que han realizado talleres; también se encuentra disponible en una versión en PDF, y puedes verlo aquí.


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