Cuando supe que volvió Fotolog y no precisamente en forma de fichas, sino que en forma de app y con un sitio renovado, mi corazón adolescente se emocionó.
Aunque algunos se rían, Fotolog ha sido parte fundamental de mi vida/adolescencia (digo vida, porque igual la adolescencia es demasiado importante).
A mis mejores amigos de hoy los conocí a casi todos por Fotolog, hasta los tengo guardados en el teléfono con sus apodos de esa época y no con sus nombres reales y todavía me refiero a ellos así (por ejemplo, a un amigo todavía le digo “Nico Bjork”), mi primer beso se lo di a alguien que conocí en esta red social y podría decir que muchas cosas que me gustan y me han definido, han sido gracias a Fotolog.
Como soy más vieja, no estoy hablando del boom de Fotolog de cuando la gente pedía F/F y competían por tener Gold Camera en fiestas que animaba Karol Dance o de la época de Cumbio, la flogger más famosa de Argentina.
Soy de una generación un poco más antigua, de la del 2003-2004, cuando gran parte de sus usuarios eran medios brit, góticos o alternativos: poleras de rugby, Converse, cortes de pelo Amelie, bolsitos como maletita y tul, mucho tul.
Con 14 años entré a este nuevo mundo de internet y me despedía de los foros como Pelotillehue, Virtualia o Piscola.org. Empecé a conocer a mucha gente distinta, más grande, que nunca había visto en mi colegio y a interesarme por música nueva. Gracias a Fotolog conocí a The Smiths o Le Tigre, descubrí y me enamoré de películas como Amelie (en esa época todas las mujeres brit se creían Amelie) y empecé a ir a escondidas a la Blondie, a Bal Le Duc o al Carrera, con otras amigas de mi misma edad -que sus papás tampoco las dejaban ir- y teníamos que inventar pijamadas para que no nos descubrieran. Tuve mis primeros amigos gays y lesbianas, que en esa época (y por lo menos en mi colegio, que era una burbuja muy aburrida) no era tan común y empezamos a publicar nuestras primeras selfies, que en esa época sólo se llamaban “auto fotos”.
Para los “floggers”, el domingo era el mejor día de la semana, porque si los pokemones se apropiaron de las afueras del metro Salvador, a la fauna brit la podías ver toda en el Forestal, por el lado del Bellas Artes, en el mismo día que se hacía la clásica feria de las pulgas. Justo en la entrada, nos juntábamos todos los de Fotolog, aunque obviamente divididos por grupos, pero sabíamos perfectamente quiénes estaban sentados al frente: habían cahuines, romances y obviamente algunos eran más populares que otros (y las marcas nunca fueron tan visionarias como para transformarlos en influencers). Después en la noche llegabas a tu casa a comentarle a alguien: “Hoy te vi en el Forestal ^^ frutibesos con sabor a frutitutifruti”.
Era tan grande la fauna brit, que aparecieron los primeros fotologs de “versus”, que se dedicaban a hacer competir a gente popular con buenas fotos y los usuarios tenían que votar en los comentarios cuál preferían (quiero sobrarme de que una vez aparecí y mi foto ganó) y que fue replicado después por los pokemones. La popularidad en Fotolog se medía por seguidores, pero mucho más por la cantidad de comentarios, los likes todavía no existían. La página sólo permitía tener 10 comentarios, así que si eras popular, tenías que tomarlos todos, copiarlos y juntarlos en un sólo comentario, para así tener más espacio. Si eras Gold Camera podías tener 100, pero la verdad es que en ese tiempo sólo los que eran “más viejos” tenían Gold Camera y no era muy común.
Hubo una época por el 2005, cuando Chile tenía tantas cuentas, que los servidores colapsaron y si tenías cuenta gratuita, sólo podías subir una foto a una hora específica durante el día, que generalmente era a las 12 de la noche o a la una de la mañana, según el horario de verano e invierno, lo que hacía que todos los adictos a esta red social estuviéramos pendientes o perdíamos la oportunidad.
Era tanta la importancia que uno le daba a su página, que si te ibas de vacaciones o te cortaban Internet, le pedías a algún amigo cercano que actualizara y te editara los comentarios, algo así como: “Aquí @molkitaplacebo subiéndole foto a @lucybellitabrit porque está de vacaciones”.
Para mí, la época de Fotolog fue la más entretenida, salía con mis amigos a “hacer sesiones de fotos” (con las primeras cámaras digitales que eran de dos megapixeles) para poder tener material para la semana y todos aprendimos a usar Photoshop. Mantener tu imagen en este lugar era una pega: tenías que elegir LA foto del día y pensar muy bien el texto que la iba a acompañar. Al final, para muchos terminó siendo algo así, una pega, fotógrafos muy talentosos y profesionales empezaron su carrera actual y descubrieron su pasión en esta red social.
Así que bien por Fotolog, bien por su resurrección y aquí tus viudos y traicioneros que te olvidamos, trataremos de recibirte con los brazos abiertos. Bienvenido a esta nueva era digital ah yia.
Como último regalito: