La opinión pública vuelve a poner en boga un tópico natural que provee de varios beneficios pese a su demonización histórica. Pero no los escuches: mastúrbate porque hace bien, muy bien.
Conversar sobre masturbación es raro y extraña el pudor con el que se retrata el tema. Generalmente, se erotiza en las mujeres y se ridiculiza a los hombres que la practican muy seguido.
Pajero le dicen a uno cuando está en la preadolescencia. A nuestros padres les advertían sobre los pelos que crecerían en sus palmas si se masturbaban mucho. En el caso de las mujeres, no existe una conversación previa sobre sus beneficios. Recién y gracias a series como Sex and The City se mostró al mundo que las mujeres pueden tener una vida sexual plena valiéndose completamente por si mismas.
Cuando se es joven la masturbación es sinónimo de hacer algo indebido y durante la adultez, se traduce como un mal hábito ligado a la soledad.
Como si fuera poco, durante las últimas dos semanas ha dado vuelta por el mundo la historia de un joven que dejó de masturbarse durante un largo periodo de tiempo y lo recomienda completamente.
“Mi mamá estaba involucrada en cosas espirituales y comencé a estudiar sus libros. Así me metí a la meditación y allí descubrí la idea de usar la abstinencia sexual como una forma de incrementar mi energía y mejorar la confianza en mí mismo” comentó el aludido de forma anónima para BBC Mundo.
Además de motivarse por la lectura complementaria de su madre -me pregunto quien en su sano juicio hace eso- nuestro amigo nos cuenta sobre cómo cambió su vida cuando se topó con “NoFap”.
Explico: NoFap es una organización con muchos fines de lucro puesto que vende productos como poleras y tazas además de manuales que entregan técnicas para dejar de masturbarte.
La entidad -que debe su nombre al sonido que hace la mano cuando está en contacto con el prepucio- asegura que la pornografía está llevando a que una generación entera sufra de disfunción eréctil.
También entrega el mismo tipo de servicio para mujeres asegurando que existen millones de adictas a la pornografía que no se atreven a asumir el problema gracias al prejuicio existente a su consumo y distribución entre sexos.
NoFap podría pasar como una broma, pero no es así. Tan solo el año pasado se unieron más de 200 mil jóvenes a la causa buscando ayuda para superar su adicción a la pornografía.
“Cada vez que rompo el propósito me siento pésimo durante algunos días. Antes solía sentirme culpable por fracasar, por ser débil y carecer disciplina. Me toma algunos días para que mi estado de ánimo vuelva a lo normal” señaló la fuente para el artículo dejando en claro que este tipo de organizaciones solo consiguen provocar angustia en aquellos que buscan una solución para una causa ridícula.
Amigos, el problema acá no es la masturbación, sino el control de impulsos. El hecho de negarte una práctica que no provoca daño alguno en tu organismo -no, no produce disfunción de ningún tipo- trae consigo volver a los inicios inquisidores de los años 50 donde se golpeaba con varillas a los niños que tenían callos en las manos.
La sexóloga Magdalena Rivera, concuerda con nosotros señalando que “solo sería un comportamiento que genera dificultades si la persona lo hace con tanta frecuencia que le afecta otras actividades de su vida diaria. Por ejemplo, deja de ir al trabajo por masturbarse”
“Pero no hay beneficio de dejar de masturbarse cuando es una conducta que no interfiere en la vida diaria” agrega.
Además, la masturbación trae consigo muchos beneficios. Partamos por la base de que nos evita un montón de citas aburridas por Tinder.
Pero a nivel biológico, la profesional nos cuenta que transversalmente en hombres y mujeres la principal ventaja radica en el autoconocimiento, saber que te gusta y que no a nivel de estímulo sexual.
Además, masturbarse tiene un efecto positivo en disminuir el estrés y generar sensaciones placenteras, lo cual nunca está demás en una sociedad como la nuestra repleta de malas noticias.
Diferenciando sus beneficios entre sexos, descubrimos que la masturbación en los hombres ayuda a disminuir las probabilidades de sufrir cáncer de próstata y en las mujeres, ayuda a aliviar los dolores menstruales.
La investigación de la Universidad de Essen (Alemania) mostró que el orgasmo y la excitación propia de la autocomplacencia activan componentes del sistema inmune fortaleciéndolo y previniendo infecciones.
Masturbarse también ayuda a conciliar el sueño, puesto que durante el proceso se libera vasopresiona y oxitocina, componentes relacionados con el buen dormir.
Bueno, por si no te quedó claro, masturbarse es grandioso y en lugar de dar pie a una tendencia prohibicionista deberías hacerlo más seguido. Si tienes problemas controlando tus impulsos entonces busca ayuda relacionada con eso, pero no te culpes, asustes o amarres las manos.