Lo que estábamos esperando. En la misma semana en que Netflix estrenó el documental Britney v/s Spears, la cantante acudió nuevamente a tribunales para hablar sobre la tutela legal bajo la que vive hace más de 13 años, y lo que pasó nos voló la peluca a marte.

*Noticia en desarrollo*

“Necesito tiempo, amor, felicidad… Necesito espacio”, cantaba Britney Spears en su single Overprotected (2001) casi como un presagio de lo que pediría para su vida un par de años más tarde. Hoy, tras el estreno de tres grandes producciones documentales sobre su vida, la cantante estadounidense alzó la voz nuevamente para referirse a la tutela legal bajo la que ha vivido hace más de 13 años sometida por su propio padre, Jamie Spears. Y hoy, por primera vez, Britney triunfó.

Tras un intenso debate entre ambas partes, la jueza a cargo, Brenda Penny, dictaminó la suspensión inmediata de Jamie como tutor legal del patrimonio de la cantante. Con esto estaría evitándose lo que sus fans tanto temían: que el padre no sea investigado. Según lo que señala la cuenta de Twitter @FreeBritneyLive, que ha seguido el caso presencialmente en Los Ángeles, Spears padre y sus abogados deben entregar todos los documentos que manejen sobre la tutela desde hace 13 años. Justicia al plato, como quien dice.

Durante la audiencia el abogado de Britney, Mathew Rosengart, intervino afirmando que quieren que Jamie sea investigado y pudo confirmar lo que el documental de Hulu, Controlling Britney Spears, publicó hace unos días: su padre la monitoreaba y grababa el audio al interior de su dormitorio sin su consentimiento. Incluso las conversaciones que tenía con sus hijos. 

Antecedentes que necesitas saber

¿Qué significa la tutela legal bajo la que vive la Princesa del Pop? “Es un arreglo legal para personas que están tan enfermas que no pueden ponerse ropa o comer por sí solas”, nos dijo Tess Baker, una de las impulsoras del movimiento #FreeBritney. Y es que hasta hace unos meses la Britney no podía comprar un café, visitar amigos, llamar por teléfono ni votar sin tener la autorización de su tutor legal y también padre. 

La última vez que Britney Spears se dirigió a declarar en junio su testimonio se viralizó en el mundo. “No estoy aquí para ser esclava de nadie. Mi padre y todas las personas involucradas en esta tutela, incluido mi mánager, deberían estar en la cárcel”, sentenció. Incluso comentó que tiene un dispositivo intrauterino (DIU) que, “no me permite tener un bebé y mis tutores no me dejan ir al doctor a quitármelo”. 

El revuelo mediático fue tal que unos meses después fue el propio Jamie Spears quien se dirigió a un tribunal estadounidense para presentar su posible renuncia en caso de que la justicia considere que todo está bajo control. En los documentos presentados estipuló:  “Los eventos recientes relacionados con esta tutela han puesto en duda si las circunstancias han cambiado hasta tal punto que es posible que ya no existan motivos para el establecimiento de una tutela“. 

Si bien es un avance considerando los 13 años que Britney ha vivido siendo controlada, aún tenemos que esperar a que el #FreeBritney pase de ser una tendencia en Twitter, a la libertad de una mujer que afirma estar capacitada para cuidarse por sí misma. 

Revisa la entrevista que les hicimos a las creadoras del podcast Britneysgram, que fue la base para el documental Framing Britney Spears: