Son las 20:30 y el paseo ahumada se ve especialmente mejor cuando anochece. Es algo así como cuando en un carrete la luz se baja para que todos los gatos se vean negros. En el paseo ahumada esa es la hora perfecta, porque a pesar de que podemos alardear de lo bacán que es centro de Santiago, muy en fondo sabemos que hay algo que no termina de convencernos, algo que está mal con su estética, y bueno, resulta que la poca luz, hace que todo se vea sutilmente mejor.

Sabes que el centro es “lindo”...pero así a secas, y como por compromiso, por cordialidad social o algo así, porque no puedes decir la verdad, o te matan. Santiago centro, está hecho bolsa, y cada día empeora más. Por mucha plata que le ponganSantiago centro está feo iguals.

Lo que pasa es que Santiago, tiene el mismo problema que el 99, 9% de las ciudades, comunas y barrios de este país. Chile, no entiende, respeta, ni protege, una estupidez que se llama identidad de barrio. En Chile con suerte tenemos algo que se llaman planos reguladores, que son el ají en el trasero de los dueños de constructoras, que quieren siempre poner el edificio más alto y feo que puedan para cagarse al edificio de al lado y atrapar los millones. Estos planos reguladores “se lo impiden” porque los obligan a respetar –al menos– una altura máxima de pisos.

Pero ¿En qué diablos se traduce proteger una identidad de barrio? Significa que cualquier cosa que yo construya, debe seguir las líneas arquitectónicas y de diseño del barrio donde se emplace; si instalo por ejemplo un Mc Donalds en el paseo ahumada, este no debiese bajo ningún punto de vista, tener esos letreros luminosos típicos en rojo porque no corresponden a la estética de siglo ni tendencia arquitectónica que mantiene el barrio. Lamentablemente es el comercio quien está arrasando con todo. Instalar un local hoy en día en el centro es caro, pero vale la pena porque luego se sientan a contar plata como loco, mientras la ciudad se llena de mierdas de farmacias, librerías, cafeterías, restoranes y más, perdiendo  identidad, valor histórico y turístico.

Al final del día, por culpa de gente que se forra, uno termina viviendo en una ciudad de mierda y súper fea. En este punto no me digas que te da lo mismo vivir en una ciudad fea, porque de lo contrario todos viviríamos en un basurero.

Aunque esta farmacia de considera "concept", su fachada es lo más parecido a cómo debiese lucir una tienda típica del centro.
Aunque esta farmacia de considera “concept”, su fachada es lo más parecido a cómo debiese lucir una tienda típica del centro.

Ahora, el problema es que los defensores de esta identidad de barrio, no son muchos, y los que hay no logran aterrizar su conversación “súper elevada”.

Federico Sánchez odia a la constructora Paz por hacerse pico barrios realmente bacanes de Santiago, pero la percepción del chileno medio –que debería estar en contra de PAZ – se queda con una imagen y mensaje totalmente desvirtuado de este personaje, dándole importancia al bastón, al pelo, a que se hace el hippie, y millones de mierdas que son “súper importantes”…

(Soy todo menos un fan de Sánchez, pero al menos entiendo su mensaje.)

Otros defensores de la identidad de los barrios, lamentablemente, son como los dueños de casas en balnearios cuicos del tipo “Marbella”. Pero ese es el peor ejemplo de protección de identidad de barrios, porque todos sabemos el perfil del veraneante de Marbella, y a la gallada claramente le viene como patada en la guata saber que “en Marbella los vecinos deben aprobar el diseño de tu casa” antes de construirla.

Otros Abc1 random, lo encuentra “matado” y “atroh de siútico” porque “eso no pasa ni en Zapallar“.

Por cómo se plantea en Marbella esta seudoprotección, sí, es siútico, porque ahí no hay ningún patrimonio, ni legado histórico que cuidar. Es sólo gente muy “musho”.

No estoy seguro de cuál es la definición exacta de barrio, pero no creo que Marbella sea uno. Ellos lo que cuidan es simplemente “su condominio”.

Tampoco todo es tan terrible. Resulta que efectivamente existen barrios que constantemente en Chile son restaurados y a los que los municipios destinan unas moscas cada año para mantenerlos y cuidarlos. El problema es que es “plata que para muchas personas no sirve de nada” ya que son construcciones “tan antiguas” y “feas” que deberían hacerse de cero.

¿What?.

El problema no es que sean construcciones feas, porque no lo son. El problema es que nuevamente, como no regulamos lo que la gente hace con ellas por fuera (si, porque borrar graffitis no es “velar por el patrimonio”) paulatinamente se han ido convirtiendo en unos collages horribles, lo que a ojos de una persona común y corriente no es más que un barrio feo que es mejor echar abajo.

Ejemplos hay varios de lugares que debiesen regularse hay en todas las comunas, aunque el más importante es Santiago Centro por lo temas históricos, con la Estación Mapocho, Barrio Brasil, Concha y Toro, Barrio República o incluso el hipervalorado Barrio Lastarrias, que aunque de todos los anteriores es el que más cuida esa identidad, puta, le falta, le falta harto. Si no le ponemos un poco de atención, no nos daremos cuenta y terminará todo convertido en un china town slash cualquier weá, igual como le pasó a Patronato.

(Mientras escribía esto, un amigo me mandó un par de links de Sánchez, que por mucho que te cargue, tiene un punto, un gran punto.)