RuPaul’s Drag Race: Un recorrido completo por una noche llena de drag y ¡ELEGANZA!
Por Paloma Valencia y Marcial Parraguez
¿Cómo empezamos a describir a Rupaul’s Drage Race? RuPaul’s Drag Race es perfecto. Tiene 9 temporadas regulares, una de Drag Race U y tres de All Stars.
Cuando partió el premio era de US$25 mil, hoy son US$ 100mil y la posibilidad de ser vista por millones de personas en todo el mundo.
Estas personas esperan con ansias que las drags que ven en Internet aterricen en sus países. Eso hicimos nosotros después de llenarnos con las películas disponibles en Netflix y que protagonizan estas mismas chicas: Cherry Pop y Hurricane Bianca.
Es fácil dimensionar el impacto que ha tenido RuPaul’s Drage Race en la cultura popular. Pero no fue fácil convencer a los productores de que tamaño producto era necesario para cambiar el rumbo de los programas de tele-realidad.
Con el micrófono en la mano, después de una introducción apotéosica de las reinas que iban a presentar esa noche de sábado, Michelle Visage, mano derecha de RuPaul Charles, explicó al público lo difícil que fue llevar el programa a nuestros hogares.
Después de 10 años de buscar una casa productora, World of Wonder (WOW) decidió producir junto al cantante la primera temporada de RuPaul’s Drag Race en 2008. Para 2009, el primer ciclo se transmitió por Logo TV en Estados Unidos y las primeras dos temporadas en VH1 para Latinoamérica.
Si fuiste uno de esos afortunados que disfrutó del cable y que vió esas transmisiones por VH1, sabes que el nivel y la calidad no eran su fuerte, pero no por eso las participantes que pasaron por ahí no se convirtieron en referentes para generaciones futuras de drag queens, como BeBe Zahara Benet, Nina Flowers, Raven o Tatianna.
Sin embargo, no fue hasta la tercera temporada que el fenómeno explotó y ya para las otras restantes, más los spin-off que logró sacar la productora, todo el universo sabía quién era RuPaul y sus queens.
“Después de mucha insistencia de mis amigos, terminé sucumbiendo ante las temporadas. Con cada ciclo, el lazo se estrechó más, principalmente, porque en las queens veo una oportunidad de expresión, un lugar donde las reglas de lo que es bello las pones tú, porque solo una es la dueña de su propio cuerpo. El reality me impulsó a buscar mi identidad estética y a cuestionar los momentos en que me restringí de usar o hacer cosas por miedo a la humillación. Es mucho más que el drama o la ropa; el drag es un estilo de vida que me inspira a diario a desafiar mi enemiga interna y a mostrar mi identidad como me plazca”, explicó la periodista Estefanía Sepúlveda, quién asistió al show.
Escuchar a más de 1000 personas en el Teatro Cariola, al centro de Santiago gritar a todo pulmón, aplaudir hasta cansarse y sudar con gusto bajo luces reflectoras es simplemente una locura; un fanatismo que no tiene explicación para un show de hombres vestidos de mujeres doblando canciones que no son de ellos. Pero nos encanta igual.
El público es hardcore
A ver, ¿cómo te lo explicamos en hetero? Es como un partido de fútbol, pero con más emoción.
Este tipo de público es rudo. Puede ser cruel, desagradable, desubicado (como esa niña que le gritó a Michelle Visage “muestra las tetas”), sobre todo ese que le hace saber al de su lado que pagó mucho dinero por su entrada y llegó temprano, entonces tú, que entraste 30 minutos después que ellos no tienes derecho a pedir permiso.
Todos con el celular afuera grabando cada una de las intervenciones de las performers, porque la razón para pagar tanto por algo es experimentar a través de tu pantalla y no con tus propios ojos. Eso siempre pasa en las canchas “VIP” llenas de millennials, porque hacer el cambio (dónde realmente se podían tomar fotografías, aunque a distancia) a platea fue una maravilla. Nadie era malo con el otro.
Esa es un poco la tónica de RuPaul’s Drag Race: tienes que tener una lengua afilada y una actitud impestuosa para ganarte el temor de tus contrincantes y el respeto del jurado. El que “lee” mejor al otro, en la tradición de Paris is Burning, gana; el mejor estratega, gana; el más fierce gana. Obvio, este no es el caso de todas las concursantes y, además, que nadie olvide que estamos hablando de un programa de televisión que editan y producen otras personas. Nosotros vemos lo que ellos quieren que veamos.
A pesar de tener que pararnos de puntillas para tratar de verle el pelo a alguien del escenario por culpa de las fablets grabando y transmitiendo en vivo a sus 300 seguidores en Instagram, te dan ganas de gritar igual que todos al ver a esas mismas personas lipsync for their legacy al frente tuyo y hacer snap snap todo el rato.
Es que no todo se trata de bailes, ropa extravagante, canciones dobladas y piruetas en el aire siendo sostenidas por hombres semi desnudos con cuerpos de años de gimnasio y proteínas en polvo. Esto también es un acto reivindicativo del derecho a ser quién todas quieran ser.
Las divas de RuPaul’s Drag Race
Antes de las participantes, en el escenario se posaron Blair Palermo, Yatra Vulcania, Neptune Keller, La Bolocco, Anna Balmánica, Amnesia, Norma Mor, Brianna, Morganne Lamorte, Nina Leblanc, Sophie Flawless, Drag Love y Cotee Miller.
Con interesantes propuestas lograron mantener al público entusiasta en cada momento siendo incluso ovacionadas por el público, en este espectáculo traído por Lemon Lab.
Fueron 8 las performers de la noche, todas presentados por Visage: Kennedy Davenport (temporada 7, All Stars 3), Kim Chi (temporada 8), Peppermint (temporada 9), Detox (temporada 5, All Stars 2), Valentina (temporada 9), Laganja Estranja (temporada 6), Violet Chachki (ganadora temporada 7) y Shangela (temporada 2 y 3, All Stars 3). Cada una presentó el show acorde a lo que es mejor, como Shangela en el baile o Peppermint en la comedia y Violet en el burlesque.
Cada queen se presentó por no más de diez minutos, algo rápido, sencillo, dando pasos a otros pequeños interludios por Visague, quien se se abanderó por todas las causas y les enseñó una lección a los asistentes: apoyen a sus drags locales.
LGBTIAQ+: Hay que entender qué significan todas las letras
Si hay algo que es parte del legado de RuPaul y sus múltiples competencias es que aquí hay que amarse a uno mismo para poder amar al resto.
Al principio dudaba sobre lo que Visage quería decir cuando decía que los heterosexuales también entraban en la sigla, sobre todo pensando que la discriminación o gran parte de la que sentimos como miembros de una pequeña comunidad que trata de sobrevivir a diario.
Visage se refiere a este punto recalcando que la A en la sigla es para Asexuales y también para Aliados, esto no termina aquí sino que suma y suma gente que está de acuerdo en entender que las drags son otra forma de entender el arte, que las trans existen y que las travestis merecen respeto, pero por sobre todo que podemos contar con aliados en el largo camino que supone la supervivencia.
Si no puedes amarte a ti mismo ¿cómo diablos vas a amar a alguien más?
Yerko Donoso es uno de los fans más grandes que hay de RuPaul en Chile. Él y sus amigos se juntan religiosamente cada jueves para disfrutar, tal como si fuera el partido de la selección chilena en la final de un mundial, con cervezas, pizzas y televisión en vivo. Como unos hackers logran acceder a la página de VH1 y esperan que parta.
Este grupo encontró en el show un espacio para amarse a si mismos. “A mí personalmente significó el hecho, como hombre gay, salir de ese estereotipo que te dice que no se te tiene que notar que eres gay, ahora me da lo mismo, es empoderarse. Antes con mis amigos, hace muchos años, eramos muy ‘somos cola, pero al menos no se nos nota’, que somos piola o somos lo más heteronormados posible. Eso está súper mal, porque hay mucha gente que sufre por eso porque es diferente y algo que los gays llevamos adentro es la parafernalia, el drama que nos gusta. Para mi también sirvió para conocer toda una cultura detrás, todo lo que es la cultura del drag, el voguing. Por RuPaul vi Paris is Burning, que siento que toda persona dentro del espectro LGBT debería ver porque es como tomamos fuerza como movimiento social y saber quienes vinieron antes de ti“.
Tal como explica RuPaul, la vida de las personas gays no siempre es fácil y deben enfrentarse a persistentes críticas sobre sus estilos de vida y es por eso que en los amigos se encuentra otra familia, una en la que confiar. En ese teatro había una familia, una disfuncional, pero dispuesta a entregarlo todo para pasar un buen rato.
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