Al igual que el aceite de coco y el crossfit, el squirt (eyaculación femenina) está viviendo un momento de auge.


El squirt es la eyaculación femenina y se caracteriza por un fluido que sale disparado de la vagina, generalmente acompañado de un orgasmo fuera de serie. No todas las mujeres lo han logrado, lo que lo hace un desafío interesante y un tema de debate para varias.

Pero, ¿qué es el líquido que libera una vagina furiosa de placer? Según el Journal of Sexual Medicine, esta es, en su mayoría, orina. Cuando esa información se publicó, las squirters alrededor del globo salieron a defender su líquido orgásmico para decir que no se veía ni olía nada como el pipí.

Así que…¡¿qué diablos es?! La respuesta que más sentido nos hizo: es un poco de orina y otro poco de fluido prostático de las glándulas de Skene, las que están ubicadas en la pared superior de la vagina. Es posible que no todas las mujeres tengan estas glándulas, lo que ciertamente complica el escenario. Sin duda, necesitamos mucho más que ese pequeño estudio que hizo el Journal of Sexual Medicine para comprobar si podemos eyacular.

Si bien no hay pruebas concretas de que puedas hacer un squirt, hay muchos artículos como este que intentarán darte toda la información para que lo intentes empíricamente.

Para estar unos pasos más cerca de convertirte en tu propia Fontana di Trevi, debes estar muy cómoda y lograr estimular tu punto G, con tus dedos o con un juguete. Puedes usar lubricante si lo necesitas o si te ayuda a sentirte más envuelta en la performance que vas a vivir. Con la palma hacia arriba, usa el o los dedos que te acomoden y haz movimientos de “ven aquí” para encontrarlo.

El punto G femenino está situado entre 4 a 5 centímetros al interior de la vagina. Lo encontrarás porque se siente una superficie rugosa y no lisa como el resto. Intenta estimularlo de diferentes maneras: mueve los dedos en círculos o apreta suavemente. Encuentra el movimiento que te hace sentir más placer y de esta manera alcanzarás altos niveles de excitación.

Si después de hacer esto por unos minutos, comienzas a sentir unas locas ganas de ir a ir al baño a hacer número uno, no te desesperes, porque estás ad portas de lograrlo, así que déjalo ir y disfruta. Cualquier intento de pararlo arruinará la eyaculación de inmediato.

Ten en consideración que debes tener paciencia y tomarte las cosas con calma. Construye tu propio ritmo para llegar al orgasmos, a veces descrito como una experiencia religiosa, y recuerda que tu pareja no es la única persona que puede darte un squirt, sino que tu también.

Pero para ellos que quieren probar de un squirt en pareja, estas son las tres posiciones que podrán ayudarte a ser una squirter que no tiene nada que envidiarle a una estrella porno:

Puente terremoteado

Siéntate sobre tu pareja y de esta manera tendrás mucho más control sobre la velocidad, el ángulo y los movimientos, porque puedes utilizar tus piernas y manos para maniobrar. No sólo puedes moverte de arriba a abajo, ya que puedes intentar menear tu cuerpo de otras maneras para estimular tu clítoris.

Si echas tu cuerpo para atrás, encontrarás una mayor estimulación en la penetración, además de dejarle un espacio para que pueda jugar con tu clítoris.

La bandeja de plata

Cuando tú estás arriba es más fácil que puedas alcanzar el orgasmo: puedes dictar el ritmo, además de que los ambos involucrados tienen libre acceso a tu clítoris. En vez de poner tus piernas envolviéndolo, júntalas. De esta manera todo estará más estrecho, haciéndote sentir sensaciones más intensas.

Espejo eslovaco

Esta posición te ayudará a inducir el orgasmo desde una posición más relajada. Tus piernas envueltas permitirán que todo llegue más profundo, dándote la oportunidad de ir a explorar Atlantis y hacerla estallar.

Las ilustraciones, como siempre, son obra y gracia del buen @buguwa.

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