¿Te imaginas tener a una superestrella del pop cantando en tu cumpleaños? Bueno, eso es lo que quiso el hijo de Pablo Escobar a fines de los años 80’, y su padre ideó un plan para lograrlo: así es como el narcotraficante más grande de todos los tiempos quiso secuestrar a Michael Jackson para una de sus fiestas privadas.

Zoológicos privados, mansiones multimillonarias y fiestas descontroladas: estas eran sólo algunos de los lujos que Pablo Escobar se daba durante sus años de gloria como capo de  la droga. En la Hacienda Nápoles, su refugio más importante en Medellín, Escobar realizaba junto a sus cercanos fiestas privadas que contaban con la participación de artistas que viajaban exclusivamente a presentarse para el narcotraficante.

Por qué deberías pensarlo dos veces antes de comer kanikama 🍣

Aburrido de ver los mismos shows de siempre, Juan Pablo Escobar, hijo del narco, le propuso a su papá en 1989 una idea loca: llevar a Michael Jackson a cantar a la hacienda a un show privado. Como Pablo era igual de fan del Rey del Pop que su hijo, armó un plan que para él era infalible: lo primero que haría sería pagarle lo que fuera necesario para llevarlo a Colombia, y una vez que hiciera su show lo “secuestraría” obligándolo a pagar 60 millones de dólares para liberarlo, según una entrevista que el hijo de Escobar dio a los medios en 2017. 

Sin embargo, el sueño de la familia Escobar nunca se pudo concretar, ya que el mismo año de la propuesta, la mansión del líder del cártel de Medellín fue incautada por las autoridades colombianas. ¿Te imaginas lo que habría pasado si el narcotraficante hubiese secuestrado al Rey del Pop?