El por qué y el cómo lo hacen. Las precauciones que toman, las sensaciones que les genera, qué les gusta, qué les asusta. Básicamente, todo lo que siempre quisiste saber y nunca te atreviste a preguntar.
Azis Ansari en su especial de Netflix se ríe de cómo la mayoría de sus amigas han recibido una foto de un pene sin siquiera un “Hola!”. Esto es mucho más normal de lo que parece.
Claire Sullivan se sumergió en el mundo de Internet y las citas a modo de experimento social. De todos los hombres que le enviaron fotos de penes sin conversación previa ninguno había logrado tener relaciones sexuales, sexo casual, concretar una cita luego del dick delivery.
Pero ¿Qué significa enviar nudes? ¿Por qué se hace? ¿Qué se busca? ¿Tiene beneficios?
Se sabe, o se cree en realidad, que es más común que esta “técnica de conquista” sea ejecutada por varones, sin embargo, también hay muchachas que se aventuran a hacerlo, aún cuando se sabe también que corren el riesgo de terminar siendo expuestas en Internet. Uno de los temas que salen a la luz a la hora de enviar nudes son los innumerables sitios de revenge porn que existen donde fácilmente se les cataloga de “sueltas, putas o maracas”. Por eso, las chicas recomiendan nunca enviar fotos donde el rostro sea visible, a modo de precaución.
Caterina McNulty trabaja en una línea de ayuda a víctimas del porno de venganza y cree que “si las mujeres no fueran juzgadas ni tratadas así, las fotos clasificadas como ‘revenge porn’ no tendrían tanta distribución”, explicó a Cosmopolitan.
Conversamos con algunas chicas que nos contaron cómo y por qué han decidido enviar nudes mientras buscan sexo casual.
Vanessa, 35, fotógrafa
“Generalmente yo envío nudes primero, pero siempre con una conversación previa. Frecuento una página BDSM, ahí no se pueden enviar fotos así que me contacto con gente por Whatsapp para tener una conversación más fluida. Envío fotos siempre a hombres, pero soy bisexual. Todo lo que sea para ayudar a una sexualidad más libre, bienvenido, aunque los temores siempre existen“.
Magdalena, 27, periodista
“Se las envíe a un amigo y ex compañero de trabajo con el que no nos veíamos hace dos años, pero siempre hubo una tensión no resulta entre los dos. Fue un proceso de confianza que nos tomó un año crear. Resultó una experiencia interesante y de descubrimiento.
Pasaron dos años más y comenzamos a coquetear, pero ahora ya vivíamos a 7 horas de distancia. Siempre tomé la precaución de tomarme fotos sin que se viera mi cara, no quería terminar dando vueltas en Internet.
Me sentí empoderada, hice lo quise, paré cuando quise, me autodescubrí y exploré mi ser social y sexual. El también me enviaba y era todo en un contexto cibernético de Whatsapp y Skype. Spoiler: nos juntamos. Altas expectativas, baja resolución, el peor polvo de mi vida“.
Sofía, 23, estudiante en semestre sabático
“He enviado unas 7-8 fotos por cada conversación. La mayoría de fotos que he enviado han sido a conocidos, sólo una vez envié una por Tumblr a un chico que no conocía. Siempre me envían videos o fotos a mí, pero la mayoría de las veces que lo he hecho es con gente con la que ya he tenido sexo.
Ahora estoy saliendo con un chico que conocí por Instagram, somos de ciudades distintas, así que por la misma app le envié Boomerangs y fotos, porque por ahí se borran. Me gusta enviar las fotos yo primero, para que sea sorpresa y se calienten, después terminan enviando videos masturbándose. Nadie se ha ofendido cuando las envío, nunca pido, siempre es en contexto sexting“.
Nayaret, 21, estudiante universitaria
“He enviado de una a dos fotos como máximo. Algunas veces lo he hecho de curá, otras por caliente, cuando quiero masturbarme y necesito motivación. He enviado fotos sin que me las pidan. Siempre son fotos sugerentes primero para que después me pidan más, por Whatsapp o por Skype y Kik, y después ya es el destape total. Me piropean y me mandan de vuelta.
Sólo le he enviado una foto a un hombre, cuando estaba en el colegio, después sólo a mujeres. Una de ellas se transformó en mi andante y nos juntamos por sexo casual. Hago uso de mis placeres y gustos, para saber cómo me puedo ver sexy o sentirme así para explorar mi sensualidad”.
María Paz, 23, tesista de Trabajo Social
“En promedio he enviado cuatro o cinco fotos por chat, a veces son más, pero depende de la persona a las que se las envío y si recibo o no otro nude de vuelta. Las envío cuando tengo alguna intención sexual con un hombre que he conocido por Tinder, Instagram o Facebook.
Siempre les gusta que les envíe fotos de sorpresa, obviamente, o tiene que haber un cierto grado de excitación de parte para poder hacerlo. Este es un coqueteo previo a la junta sexual, si después de eso seguimos en contacto, hay más confianza y nos enviamos nudes de manera reciproca.
En el último tiempo he incrementado el sexting en mi vida y creo que esta práctica tiene que ver con amar tu cuerpo y sentirte objeto de deseo para los demás y si eso te excita y te hace sentir placer creo que está bien y no deben haber culpas. Me han ofrecido dos veces plata por sexo para ‘apurar la junta'”.
Angela, 23, modelo
“He enviado aproximadamente tres fotos por cada chat. Le envío fotos a personas que me atraen o gustan cuando estoy caliente o la conversación es caliente. También me gusta mandarles fotos sin ropa sin que me las pidan, me responden con emojis, stickers coquetos, corazones y a veces me piden más.
Una desde su propia voluntad realiza una expresión sexual, decides compartir de alguna manera erótica tu cuerpo con una persona por un medio que de alguna manera extraña da una sensación de intimidad.
Lo más terrible es cuando ya dejas de hablar con la persona y piensas “tiene fotos mías en pelota” y el terror de imaginar que podría publicarlas en otros medios es mi único temor“.
Valentina, 24, publicista
“Yo estaba molestando a una niña para que me enviara un nude, y parece que se lo tomó en serio y me mandó. Quedé impactada, me reía y todo, pero también me calenté.
La última que me llegó fue de sorpresa y fue como ‘¿merezco esto señor?’ yo estaba en un carrete del trabajo. Una vez una me mandó unas fotos cuando yo estaba pololeando, ella estaba en Santiago y yo en La Serena, hasta hoy no hemos podido juntarnos, pero hemos tenido sexo por webcam, después de eso hemos seguido con los nudes“.
Tatiana, 24, profesora
“Sólo he enviado nudes por Whatsapp o Tumblr, la mayoría de las veces más de cinco y a personas que conozco por Internet y a las que o me interesa conocer en persona o concretar algo, es sólo por la calentura del momento. Cuando estoy conociendo a alguien y se comienza una conversación hot. Lo mismo cuando converso con alguien por chat y se forma un ambiente más sexual. También he subido fotos a mi Tumblr, sin que me las pidan, sólo por gusto. Eso sí, nunca pongo mi cara.
En un inicio creía que era una manera de liberación y de reencantarte con tu propio cuerpo, sensualidad, etc. Pero con el tiempo caché que no era tan así, porque no existen las condiciones socioculturales para que mostrar el cuerpo femenino por placer sea algo agradable. Creo que cuando los hombres se calientan con una, se pajean y después te desechan, pensando en que una es una ‘maraca’ más de la lista, algo malo está sucediendo ahí, hay una moral imperante y un machismo recalcitrante que te objetiviza aún cuando eres tú quien por libre decisión decides mostrarse. No eres libre de mostrarte, incluso cuando quieres hacerlo, porque siempre hay alguien que te juzga, que te trata de puta o de necesitada o que te utiliza simplemente como objeto.
Al final, como decía Mary Wollstonecraft, el tirano sexual es el peor de todos. Yo, por lo mismo, decidí no subir más fotos, ni enviar a desconocidos, con el dolor de mi corazound, porque pucha que me gusta el exhibicionismo, ya que sentía que estaba alimentando el morbo y la estupidez de los hombres. Yo no estoy para calentar a ahueonaos inútiles, punto. Que se pajean con otra cosa.
Al enviar fotos nunca ha pasado nada grave, tal vez porque ha sido sin rostro, o las fotos con rostro las he enviado a parejas o andantes, entonces no ha habido nada que me perjudique, por ejemplo una filtración o algo así. Ahora, cuando he subido a Tumblr, he recibido mensajes tratándome de maraca, gente culiá básica, de necesitada o de pobre hueona gorda que busca validación. Porque claro, una gorda no puede estar a gusto con su cuerpo y querer mostrarlo, qué ridículo.
Me encantaría que me pagaran onda, un fono erótico y cobrar por foto, sería un sueño, o un cam4. No sé pa’ qué estudié pedagogía si tengo alma de mujer libre y no puedo”.