En una semana marcada por los hechos insólitos e impresentables, esto podría decirse que calza perfecto.

“Sentí que el Frente Amplio entró ese día al Congreso, porque hasta entonces no se había notado un cambio, hasta ese momento este individuo había proferido ofensas tan graves como terroristas con aguinaldo y nadie había tenido el valor de pararse de su asiento y confrontarlo. Nadie había interpretado a los excluidos del poder, el dolor que nos infieren una y otra vez sin que podamos defendernos. Lo que hacen es volver a torturarnos… Eso sentí”. Así explicó hace unos días la diputada del Partido Humanista su reacción de ir a encarar al diputado UDI Ignacio Urrutia cuando en una actitud completamente salvaje calificó a las víctimas de violaciones a los DD.HH como “terroristas con aguinaldo”.

Es justo y sensato decir que todo ciudadanx con un corazón latiendo dentro del pecho entendió y quizá hasta apoyó esa reacción. Pero la comisión de Ética de la Cámara de Diputados acaba de aplicarle una sanción “simbólica” a la diputada.

La diputada del Frente Amplio fue multada con 18 mil doscientos pesos, mientras que Urrutia por sus atroces dichos fue sancionado con 638 mil 500 pesos.

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