La crisis en Ucrania ha disminuido aún más la producción de aceites vegetales que ya venía a la baja, desatando el encarecimiento del producto en el mundo y en especial en nuestra región. Solo en Chile, los costos han crecido más del 60% en tres meses, superando incluso lo que se paga por el pisco, la bebida alcohólica más común del país.

En algunos supermercados de nuestro país, ya no es tan raro que el aceite ya esté más caro incluso que el pisco. En México, es el producto que más se ha encarecido dentro de la canasta de alimentos. Incluso en países del primer mundo como Reino Unido, Alemania, Italia o España ya se han aplicado medidas de racionamiento, no permitiendo que las personas compren más de tres litros al día. 

Eso porque no solo ha subido, sino que el insumo ha dejado de estar disponible, una crisis impulsada principalmente por la invasión rusa en Ucrania y una economía devastada por la pandemia. 

El Índice de Precios de los Alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) indica que en el último año el valor de los aceites vegetales ha aumentado un 46,5%. 

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En especial, este incremento ha sido más significativo en toda América Latina: Bolivia, Colombia, Guatemala, Panamá o Ecuador registran incrementos con rangos desde el 9 hasta el 60%. 

Y en Chile, según cifras de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA) recogidas por la BBC el precio del aceite vegetal aumentó 67% desde enero a abril, mientras que el de girasol registró un aumento de 63,6%. 

Este último tipo de aceite vegetal es el que más escasea en el mundo ya que su suministro es proveído en un 71% por Ucrania y Rusia, llamados “el granero de Europa”. 

Foto: Getty Images

Alejandro Betancourt, experto en aceites de ISTA Mielke GmbH, explica que la producción de aceites vegetales en general se ha reducido durante los últimos años y los precios de sus principales tipos -girasol, palma, canola y soja- “se han triplicado desde 2019”. 

Por su parte, el presidente de la Cámara Argentina de la Industria Aceitera, Gustavo Idigoras, no prevé una pronta mejora en el mercado. “No tiene perspectiva de estabilizarse. Tenemos que prepararnos para al menos dos años de precios elevados”, dijo a la cadena británica.