Afortunadamente, la humanidad comienza a tomar conciencia sobre los peligros de la contaminación marina a causa de los residuos plásticos que arrojamos de forma directa o indirecta hacia los océanos.

Diferentes países -en su mayoría desarrollados o en vías de serlo- han legislado para limitar el uso de bolsas plásticas dentro de su territorio, mientras que los individuos han dejado de comprar de forma autodidacta botellas plásticas, bombillas, utensilios desechables e incluso pañales convencionales para reemplazarlos por otros de tipo más amigable.

Sin embargo, los tampones y otros productos menstruales no están dentro del ideario social como un factor que contribuye a la contaminación de los océanos, pero según el último reporte realizado por la Unión Europea estos productos son los 5 más encontrados en los océanos -superando a la bombillas y otro tipo de productos de mayor frecuencia de consumo-.

Cuando la Sociedad de Conservación Marina Inglesa realizó su limpieza de playas anual, encontró más de 20 productos menstruales por cada 100 metros de costa.

La cantidad de productos encontrados en el océano en orden descendente son:

  1. Botellas plásticas
  2. Colillas de cigarros
  3. Cotonitos para las orejas
  4. Paquetes de golosinas
  5. Productos menstruales
  6. Bolsas plásticas
  7. Bombillas y utensilios desechables
  8. Vasos plásticos
  9. Globos
  10. Envases de comida rápida

Si bien existen cientos de advertencias respecto al tema, millones de tampones siguen siendo arrojados al excusado llegando a los ríos y posteriormente, al océano.

La situación tampoco es alentadora si llegan a los basureros convencionales, puesto que un tampón demora 500 en degradarse. 45 billones de tampones son usados al año provocando incontables toneladas de basura dispersas en nuestro ecosistema.

Además de ser dañinos para el medio ambiente, expertos también advierten son nocivos para el cuerpo humano.

“Muchos de estos productos higiénicos contienen químicos peligrosos como blanqueadores y dióxidos conocidos por provocar cáncer” afirman desde la organización “No más Tabú” dedicada a crear productos menstruales reutilizables.

“No existen regulaciones sobre lo que las compañías que fabrican estos productos sanitarios pueden o no utilizar en estos bienes. Tampoco están obligados a informar a sus consumidores sobre la composición de estos” agregan.

Una buena alternativa, es la “copa menstrual reutilizable”. Una colaboradora escribió su experiencia personal con este método y te dejamos sus resoluciones en caso de que quieras más información respecto al tema entrando en este link.