Paloma Salas es una comediante enérgica, potente y multifacética con una larga trayectoria en el aporte a la cultura chilena. La feminista ha participado en el espectro más diverso de la industria del entretenimiento y también, fuertemente, ha movido  una escena de comedia en bar, un espacio históricamente masculino transformado a un club de mujeres con voz fuerte, pero por sobre todo muy graciosas.

En la comedia puedes identificarte como un hombre, una mujer, trans, y cualquier otra ficción de género o sexual, pero si no haces reír, no sirve de nada el peso político de tu cuerpo.

Quienes hemos escuchado las rutinas de Salas podemos encontrar en ellas una cotidianidad exacerbada que sigue caminos poco comunes. Esos lugares de encuentros corrientes están separados, si alguien quiere reírse con chistes que empiezan con el típico “Se han dado cuenta que…”, muy pocas veces van a encontrarlos en una noche en algún bar de Santiago en el que la comediante esté presente.

¿Cómo abordar los feminismos -en plural- del siglo XXI desde la comedia? Malena Pichot, Charo López, Jani Dueñas o Natalia Valdevenito lo hacen a su manera, algunas más políticas que otras, pero en Salas hay algo distinto.

Conjugar feminismo en plural es clave para dejar de entender su contenido de forma homogénea. Es importante comprender, como dice la crítica cultural Nelly Richard, que

“El feminismo nunca es, sino que toma lugar y posición, acontece bajo las formas de acciones políticas, intervenciones teóricas, prácticas sociales y culturales, todas ellas situadas en un aquí y ahora que tiene como horizonte un final abierto”.

¿Se puede teorizar o politizar la comedia? En la feminista encontramos un trabajo autobiográfico que se potencia con el humor. Las experiencias de mujeres son importantes en todas las disciplinas, sobre todo en un mundo en el que no se escucha a las mujeres. La comedia es un excelente espacio para contar lo que se piensa.

Paloma Salas es una comediante chilena diferente

Llegué a la casa de Paloma Salas, nos recibe Nicolás Aracena, su pololo, y ella en pijamas nos invita a buscar un espacio para que conversemos.

¿Qué te importa?

PS: No sé… estoy recién despertando, en este minuto me importa dormir- me responde entre risas.

Seguimos la entrevista y pese a que no se arrepiente de un chiste que le trajo polémica, demanda a CNTV, y un trolleo en redes sociales luego de comentar que cosplayers y el mundo geek eran una serie de adjetivos descalificativos.

“La estupidez que dije de la ComiCon en Campo Minado me trajo problemas por culpa mía, sigo pensando lo mismo, pero creo que yo lo comuniqué mal, no fui chistosa lo dije con el genuino odio que siento, pero no lo podía decir porque estaba en la tele y tengo que ser chistosa“.

En Campo Minado la vimos debutar oficialmente en televisión. Invitada al Club de la Comedia y a un par de episodios de algún matinal, en Via X la figura de una “gorda con anteojos” se hizo necesaria, y como ella dice no por su cuerpo sino que por ser chistosa.

El programa del cable, algo así como un Tolerancia Cero, pero con mujeres que hablaban desde sus perspectivas fue todo un éxito. La actualidad era la fuerza que permitía a un noticiero mezclado con el humor funcionar tan bien como lo hizo durante el tiempo que permaneció al aire.

Este mismo concepto lo ha desarrollado en radio. Con Jani Dueñas todos los viernes comentaban actualidad en Dueñas de Nada para Radio Molécula. Luego en Campo Minado mientras que por unos meses y al mismo tiempo condujo Radar Rock And Pop en la radio del mismo nombre. Todo esto mientras las noches de stand up permanecían en su agenda, también otros pilotos para programas de alguna estación católica y así.

“En Chile las noticias solamente tienen una visión masculina, también especialmente en el humor sólo conocemos Caiga Quien Caiga, Tolerancia Cero, eso me gustaba mucho de Campo Minado porque nuestro punto de vista era distinto al de los otros programas“.

Crisis de todo

¿Está en crisis el humor masculino?

Siento que todo el humor está en crisis. Crisis en el sentido de periodo de cuestionamiento. Creo que todos los comediantes deberíamos estar en crisis respecto a lo que hemos consumido todas nuestras vidas, no solamente en términos ideológicos, también creativos.

En los especiales está pasando algo muy raro, los especiales de comedia ya no son un señor contando chistes una hora y media, todos tienen un caché, algo nuevo. María Bambford grabó un especial frente a sus papás, la comedia como la conocemos se está acabando. Todo es tan post ahora que el stand up es una lata ochentera. Entonces ¿Qué estamos haciendo?.

Aún así lo que se crítica a una comediante pasa primero por cuántas groserías dicen

Las bocas de los hombres sirven para muchas más cosas que las de las mujeres, en teoría. Una mujer diciendo groserías es fea, una mujer borracha es fea, una mujer que habla mucho es feo, las voces de las mujeres al parecer les molestan a los hombres.

Todo lo que sale de nuestra boca es malo. Me da la impresión que lo peor que se puede ser en esta sociedad es una mujer fea, pero creo que si es bocona es mil veces peor.

Hablar de más siempre está visto como algo malo, pelar es malo. No se puede hacer nada. Ni siquiera espero que la gente que piensa eso cambie, de hecho encuentro entretenido que les moleste.

Feminismo, gordura, revolución, política, aborto y más hay en las rutinas de Paloma Salas

¿Humor político?

¿Puede ser todo el humor político? ¿Es necesario que así sea? ¿Puede existir reivindicación a partir de un chiste?

Para Salas todos los discursos en algún lugar genético son considerados o se sienten como un “algo” político. Convocar a gente que va a escuchar las ideas sobre cualquier tema es un movimiento político.

Sin embargo, siente que en Chile hay una escuela muy específica de lo que es la comedia en versión stand up. “Da la impresión de que en algún momento se hizo una definición de lo que era y todos tuvimos que correr con ella”.

Salir de este lugar luego de vernos penetrados por la influencia de un específico tipo de humor ya es difícil si todos los comediantes quieren copiar el mismo formato para buscar un aplauso seguro. Ese escenario se vería modificado, alterado o desordenado por el mundo drag, según la feminista.

“Creo que donde van a parecer nuevas comedias va a ser en el mundo drag, de ahí van a aparecer nuevas influencias de otras cosas y no solamente la idea tan gringa de ‘se han fijado que…’, ‘este año ha sido muy difícil para mí’, esos lugares muy comunes de comedia que hacen de un acto político solamente un formato que vas rellenando. Es la diferencia entre un comediante y su subjetividad con un punto de vista que cuando vas a sus shows te muestra una forma de pensar diferente a la tuya a diferencia de ‘yo había pensado en eso que bueno que todo el mundo, vine a corroborar todas las idioteces que pensaba’. No tiene que ser política dura, creo que es suficiente con ser distinto“.

De alguna manera hablar de gordura, aborto… sigue siendo un acto reivindicativo

Sí, de todas maneras. En mi caso esos temas no los toco porque me interesen temas que deberían estar en cierta agenda o porque quiera usar el micrófono para dar luz sobre ciertos temas, es más porque son parte de mi experiencia y genuinamente pienso en estas cosas todo el rato.

Se nota cuando hay comediantes que dicen ‘Yo hago comedia política’ y los ves y no salen de ‘Son todos ladrones, cierren por fuera’. Estás usando un tipo de discurso de arenga política.

Que es muy fácil

Claro, y que pena que a veces pase con el feminismo. Es todo #NiUnaMenos, pero seguimos lavando los platos. Me interesa mucho más una mujer que se subiera y hablara genuinamente de sus diferencias con el movimiento que tratar de complacer a una audiencia.

Vimos ese tipo de humor feminista complaciente en el último Festival de Viña

Claro, y es completamente normal que estemos todas llenas de contradicciones. Estamos todas aprendiendo y días como el 8 de marzo son buenos porque aunque pensemos distinto, podemos remar juntas. Eso es emocionante, por eso vamos a la marcha y se nos paran los pelos y nos dan ganas de ponernos a llorar. La mitad de esas mujeres piensan muy distinto a mí.

Sería genial que las mujeres se subieran al escenario con esa valentía, de encontrar tu voz como en cualquier disciplina.


Terminado el tour por su casa, la sesión de fotos y la grabación del video que verás a continuación, repetimos un par de veces más la pregunta ¿Qué te importa? sin tener mucho éxito.

Nos fue a dejar a su puerta, me toma el hombro y me dice “¿Qué me importa? Me importa la gente entretenida”.