Una investigación que indagó en la genética de 2000 ejemplares de 78 razas y analizó una encuestas a 200 mil dueños de canes, llegó al resultado de que la raza explica sólo el 9% de la variación de su comportamiento. Además, la responsable del estudio señaló que “no parece tener mucho sentido” catalogar los diferentes tipos de perros como más o menos peligrosos. 

Que los border collie tienen demasiada energía, los chihuahua hiperquinéticos, los pastores alemanes son los más fieles, y los galgos unos flojos sin gracia. Los seres humanos solemos otorgar caracteres de personalidad a los perros dependiendo de la raza que sean, pero un estudio determinó que eso no está ni cerca de ser real. 

La investigadora Elinor Karlsson ha indagado por años las bases genéticas de los comportamientos de los perros, y recientemente publicó en la revista Science una investigación que echa por tierra el postulado de que las razas determinan sus formas de actuar. 

Después de estudiar los genes de más de 2 mil canes de 78 razas -cruzando los datos con otras razas que se cruzaron y las de sus ancestros- solo identificaron regiones genéticas que sí estaban asociadas al comportamiento, pero no algunas específicas de una sola raza. Sus resultados arrojaron que la raza explica solo el 9% de la variación de comportamiento, y que la edad sería mucho más relevante a la hora de analizar sus conductas. 

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También, además de los años que tengan los canes, importaría en mayor medida las características ambientales del lugar donde viva. “El comportamiento en los perros, al igual que en los humanos, es complejo, lo que significa que está controlado por cambios en muchos, muchos genes diferentes (…) el entorno materno, la socialización temprana, posibles eventos traumáticos, todo ese tipo de cosas”, explica Karlsson. 

Además de la indagación en la genética, el estudio se apoyó en 200 mil respuestas de más de 18 mil dueños de perros, donde descubrieron que ningún comportamiento es exclusivo, o ajeno, a ninguna raza, recoge El País. Consultada Karlsson sobre si sería correcto entonces catalogar a algunas razas como más peligrosas que otras, la experta señaló que “no vimos un efecto de la ascendencia racial en ese factor en particular. Desde ese punto de vista, no parece tener mucho sentido para nosotros”.

Así que para la próxima vez que compres -o que ojalá adoptes- un perrito pensando en su raza para que te sea más cómodo cuidarlo según su comportamiento, piénsalo dos veces, y solamente quiérelo como es.