Si bien la tasa de suicidios en el país se ha mantenido estable durante los últimos años, y los casos consumados en pandemia muestran una baja significativa, los profesionales de la salud mental hacen un llamado urgente a tomar medida preventivas para mitigar las consecuencias que la soledad y el aislamiento de la pandemia podrían tener en las y los jóvenes a mediano y largo plazo. ¿Cómo identificar el comportamiento y la ideación suicida en adolescentes y jóvenes? ¿Qué hacer para ayudar? Un experto nos responde.
Le llaman la pandemia silenciosa, porque sus casos aumentan progresivamente con los años y se esparce por el mundo. Sin embargo, con la salud mental en el debate público a nivel global, la situación comienza muy lentamente a dejar de ser un tabú. Esto resulta fundamental a la hora de generar mecanismos de prevención del suicidio, sobre todo considerando que cerca de 700 mil personas lo consuman anualmente a nivel mundial, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esto equivale a un suicidio cada 40 segundos.
En Chile, las cifras de suicidio son elevadas y conforman las segunda causa de muerte en adolescentres de entre 15 y 29 años, y la tercera entre 15 y 19. Según datos del Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS 2017), 1.800 personas se suicidan cada año en el país, de los cuales 400 son adolescentes y por cada uno de ellos hay 20 otros que realizan un intento. Y sus causas son variadas, pero entre las principales están la falta de apoyo social, el consumo de drogas y los trastornos mentales.
Sin embargo, a partir de los datos del Ministerio de Salud se tiene que la mortalidad por suicidio en el país ha sido estable los últimos años, incluso con tasas menores al promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Este escenario también sucede a nivel mundial, según un estudio publicado por la revista Lancet Psychiatry sobre las tasas de suicidios registradas en 22 países de alto y mediano ingreso desde enero de 2019 hasta julio de 2020. En el documento detallan que no existe un aumento significativo en la mortalidad por suicidio durante aquel período.
Pese a estas cifras, los autores del estudio hicieron un llamado a estar alerta ante las consecuencias que la pandemia podría tener en la salud mental de las personas a largo plazo. Y en Chile, las y los especialistas del área se suman a la convocatoria.
Soledad juvenil
Álvaro Jiménez, académico de la Facultad de Psicología de la UDP, explica que, si bien las cifras de suicidios consumados disminuyeron durante la pandemia, no hay que bajar los brazos porque las consecuencias del aislamiento y la soledad podrían tardar en llegar.
El investigador participó en la creación de la encuesta del Núcleo Milenio en Desarrollo Social para medir los efectos de la pandemia en la salud mental de la población adulta chilena: Termómetro Social. Lograron concluir que la percepción de soledad aumentó drásticamente con la llegada del Covid-19. Para mayo de 2020 estaba en 15% y escaló rápidamente a 20% en octubre.
“Hay estudios en contexto pre pandemia y durante ella que demuestran que el distanciamiento físico y el aislamiento pueden estar asociados a una sensación de soledad y afectar el bienestar psicológico”, asegura Jiménez, “Los índices de soledad, sobre todo en países de altos ingresos,han aumentado hasta el punto que Japón creó un Ministerio de la Soledad. Y esto se relaciona no solo con problemas de salud mental, sino que con el aumento de problemas de salud física: las personas se enferman más y disminuyen su esperanza de vida”.
¿Cuál es la diferencia entre soledad y aislamiento social?
“Cuando hablamos de soledad, hablamos de un malestar subjetivo que tiene que ver con las percepciones y que resulta de una brecha que existe entre las conexiones sociales deseadas y las percibidas. Es distinto a aislamiento social, que se relaciona con el déficit objetivo del número de relaciones o conexiones o la frecuencia de contacto social. Esta distinción es relevante porque uno se podría sentir solo incluso cuando cuenta con varias redes y conexiones sociales”.
¿De qué manera la soledad afecta a la población adolescente?
“Los estudios demostraron que pese a la relajación de medidas de cuarentena en octubre o el hecho de que las personas comenzaran a retomar sus rutinas, la proporción de personas que informó sentirse sola o aislada aumentó. Esto podría estar relacionado a la falta de interacciones sociales durante la pandemia, algo que afecta particularmente a los adolescentes y jóvenes. Y es que ellos se encuentran en un momento de la vida donde la socialización, sobre todo la física, es muy importante porque están construyendo y consolidando su identidad, y para eso necesitan de los otros.
Además, pese a que la falta de conexiones podría ser mitigada por el contacto remoto en redes sociales, no la reemplaza. Es más, existe evidencia en relación a estos resultados sobre que la percepción de aislamiento y soledad precede a la emergencia de síntomas de ansiedad y depresión. No es simplemente que se sientan solas por estar deprimidas, sino que al revés”.
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¿De qué manera esto influye en la ideación suicida adolescente?
“Antes que todo, uno de los modelos teóricos con mayor evidencia en la literatura internacional para explicar la conexión entre sentimientos de soledad y riesgo suicida se llama teoría interpersonal del suicidio, que plantea que la ideación suicida surge de la coexistencia de dos grandes factores. Por un lado, los altos niveles de agobio y la percepción de ser una carga para los demás, y por otro está la pérdida del sentimiento de conexión y pertenencia con los demás: precisamente la sensación de soledad y falta de apoyo. Esto produce desesperanza y así ideación suicida. Eso sí, este modelo no permite explicar el paso al acto suicida, pero sí permite explicar la emergencia de la ideación.
Y sí, efectivamente la percepción de aislamiento y soledad, sobre todo el déficit de apoyo social es un factor de riesgo de la ideación y el comportamiento suicida. Uno podría suponer que aumentó la ideación porque aumentaron los síntomas depresivos y ansiosos, que están íntimamente correlacionado con ella, pero no hay evidencia que lo compruebe. Además, nuestro estudio demostró que los suicidios disminuyeron de manera significativa con respecto a 2020”.
¿Crees que las cifras se mantendrán a la baja?
“Vivimos en sociedades en que la forma en que ordenamos nuestras prácticas cotidianas están aumentando la percepción de soledad y afectando nuestro bienestar y salud mental, por lo que es altamente probable que volvamos a tener tasas de sucidio como antes de la pandemia, y probablemente aún más elevadas. Es una especulación que surge desde la teoría disponible”.
¿Cómo identificar la ideación y la conducta suicida en adolescentes?
“Algunas señales de alerta de ideación, comportamiento o riesgo suicida en general tiene que ver con cambios significativos en el comportamiento de las personas. Precisamente el hecho de estar más aislado te hace estar retraído, irritable, desanimado. Otra señal puede ser la disminución en el rendimiento académico, cambios de hábito en el sueño o la alimentación y problemas para interactuar con los demás, así como el incremento del uso de alcohol y drogas. Respecto a los cambios de ánimo pueden presentar inestabilidad emocional, sensación de inquietud o de angustia, que a veces se puede traducir en un deterioro de la autoimagen.
Por otra parte tenemos las alertas directas, como planificar y buscar modos para consumar el acto, intentar acceder a otros tipos de medios legales, realizar actos de despedidas por redes sociales o cartas y hablar como si no fuera a estar presente. Algo más evidente es presentar conductas autolesivas, que si bien no todas se relacionan a la ideación suicida, están altamente asociadas con el riesgo de suicido”.
¿Cómo actuar si eres testigo de alguien con algunos de estos comportamientos?
“Algo básico, pero no tan fácil de hacer es preguntar y hablar sobre suicidio. En nuestro país es un tabú y cuesta que las personas planteen las preguntas; también por temor a que esto pueda desencadenar pensamientos suicidas en las personas, lo que es falso. Hay que atreverse y preguntar desde una actitud acogedora, sin interpelar y sobre todo en caso de pesquisar riesgos de ideación suicida hay que motivar la búsqueda de ayuda de profesionales de la salud mental. No hay que minimizar la situación”.
Si necesitas ayuda y no sabes qué hacer para conseguirla, puedes llamar al fono Salud Responde al 600 360 7777 y acudir a la línea específica de suicidio. También puedes ingresar a la plataforma online de la fundación Todo Mejora aquí, donde hay profesionales del área disponibles. Y haciendo click aquí puedes descargar un manual del Ministerio de Salud con herramientas de apoyo para la prevención del suicidio.