El país atacado por Rusia cuenta con una de las mayores industrias de maternidad subrogada, ya que se le permite a parejas extranjeras alquilar vientres de mujeres ucranianas. En ese contexto, decenas de recién nacidos que no están con sus padres quedaron “varados” en un búnker en las afueras de Kiev, bajo el cuidado de un grupo de enfermeras que los acompañan en medio de los bombardeos. 

Los primeros días de sus vidas los están pasando en un sótano residencial en las afueras de Kiev, en un ambiente sonoro donde predominan sonidos de explosiones y sirenas antiaéreas. Un grupo de enfermeras es la encargada de cuidar a 21 bebés que aún no tienen contacto de sus padres, ya que nacieron en vientres de alquiler para parejas extranjeras.

Esto, ya que el Código de Familia en la ley ucraniana estipula que los embriones creados por fertilización in vitro sólo pertenecen a los futuros padres, y la mujer en período de gestación no tiene derechos prenatales. Así, los progenitores biológicos deben estar presentes al momento del parto para reclamar la nacionalidad de sus hijos. 

Cabe destacar que la industria de la maternidad subrogada en Ucrania es una de las más grandes del mundo, y se estima que unas 500 mujeres alquilan su vientre a padres extranjeros. El país es uno de los pocos en el mundo que permiten este servicio a personas provenientes de otros países, y por mucho menos dinero que otros en la Unión Europea. 

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Además ser legal y asequible, no existen muchas implicancias más que ser una pareja heterosexual y contar con una excusa médica de infertilidad.

De esta forma, el grupo de pequeños que es cuidado por las enfermeras en la clínica improvisada, se encuentran a la espera de que lleguen a buscarlos sus padres. Según relataron las profesionales en un video de la Agencia Reuters, dos parejas -una de Alemania y otra Argentina- ya estarían en Kiev para reunirse con sus hijos, pero no existe claridad de cuándo podrían extraerlos de ese país. 

“No hemos podido llegar a casa desde el 24 de febrero”, contó una de las funcionarias médicas, en el recinto seguro al que llegaron los menores, después de haber nacido en varias clínicas de maternidad ubicadas en la capital ucraniana. 
Una institución que trabaja estos temas, Growing Families, señaló que parejas beneficiarias han presionado a las mujeres para que huyan del país que sufre la invasión. Algo que podría ser trágico, porque puede pasar que se movilicen hasta países donde el alquiler de vientres esté prohibido -la mayoría de Europa-, y ella sería reconocida como la única madre legal del bebé.