“Nunca tiene que tener vergüenza, porque es el esfuerzo de tu mamá. Pero ahora, con este empujoncito vas a poder invitar a las personas que quieras. No quiero que te avergüences más de donde vives, porque no vas a tener por qué”, le dice entre lágrimas Raquel Argandoña a un niño que le acaba de confesar que le daba vergüenza invitar a sus amigos a la casa donde vivía en un campamento en Bajos de Mena, Puente Alto.
Decimos vivía porque Raquel Arandoña acababa de llegar junto a un equipo del programa Bienvenidos de improviso hasta el campamento donde vide Edith junto a sus seis hijos, entre los cuales está el emocionado pequeño.
“Conocimos tu historia Edith, nos conmoviste. Eres una mujer luchadora, que lucha por su familia y por los demás. Nosotros hemos querido que conozcas a una vecina, que yo creo que te va a cambiar un poquito la vida. Vámonos al bus”, le dijo Argandoña. Luego de un rato arriba del vehículo, la familia llegó a una casa en la comuna de Puente Alto.
“Esta será su nueva casa de ahora en adelante” le dijo la animadora, que aparte le regaló dos computadores, una impresora y un plasma. Esos artículos fueron entregados por amigos de los panelistas. Entre lágrimas, Edith les agradeció y provocó un momento realmente emotivo.
No te vamos a mentir, Raquel Argandoña jamás ha sido santa de nuestra devoción. Desde su carácter un tanto agresivo a su pasado pinochetista es algo que siendo sinceros, a mucha gente no le agradaba. Sin embargo desde octubre en adelante la animadora parece haber tenido un giro hacia la empatía y la solidaridad.
Decimos parece porque en la tele todo puede parecer y no ser, y alguien más crítico podría decir que el regalo lo pudieron no hacer en vivo y en medio del programa, pero qué mas da, al fin y al cabo esa familia ahora tiene una casa donde vivir.
Pero ya está, al menos en esta pasada todo indica que Raquel Argandoña se ganó un pedacito del corazón de buena parte del país.
Puedes revivir el emotivo momento acá.