If I can’t get the perfect body
I will not be sad
I am ugly, I am fat
But it doesn’t make me cry
If I can’t get the perfect body
I will not be sad
Men won’t like to be with me
But I don’t really care
Cause I will fuck anyways
I can’t get the perfect body – Kamon Kamon Kamon
Gordura, travestismo, arte y John Waters definen, en parte, el trabajo que alcanzó a concretar la performer Divine. Ante todo pronóstico el actor Harris Glenn Milstead entregó glamour a lo más extraño de la periferia del género. Todo el drag que existe hoy Divine ya lo había hecho, y mejor.
En los hippies sesentas, Divine partió una particular carrera como actriz, pero no fue hasta 1969 con Mondo Trasho, dirigida por su amigo John Waters y protagonizada por su pandilla de amigos, que su figura empezó a cobrar valor estético bajo una propuesta única e inigualable que décadas después terminaría convirtiéndose en un ícono de la cultura pop no sólo dentro de las coordenadas del drag, en todos los formatos del arte.
Luego de ser una víctima de la heterosexualidad, como muchos niños, desarrolló un espectro de él en base a una única sensibilidad que le permitió encontrar en el arte un espacio para descansar su cabeza y dejarse llevar por su personalidad, su delicadeza y su performance drag.
Muy alejada a la imagen del drag que se puede ver con divas higienizadas de RuPaul Drag Race, Divine insistió en una imagen que desafiaba ese correcto entender de la belleza. “Estaba rompiendo las reglas del drag y re-definiendolas al usar ropa que una persona gorda nunca usaría”, dijo John Waters en I’m Divine.
Influencia pop
Si bien Divine también usó influencias de otros artistas, como Elizabeth Taylor, su estilo se ha mantenido vigente hasta hoy incluso 30 años después de su abrupta muerte.
Wincy Oyarce es el director de cine tras Otra Película de Amor, Empaná de Pino y el documental La Última Vedette; su ojo ha logrado captar desde la contrasexualidad las experiencias de la también performer Hija de Perra.
“Siento que el cine latinoamericano está empezando recién a explorar la imagen de Divine. Años anteriores estaba más cerca de una elite o tratando otro tipo de temas, no abordando a estos personajes marginales o hablando de temas contrasexuales, esas temáticas son todavía nuevas”, dice en conversación con POUSTA.
Con Pink Flamingos se coronó como lo que les interesaba a ella y sus amigos punk, los reyes y reinas del trash, un año antes de que se estrenara en Chile la dictadura militar de Augusto Pinochet. Esta película dio un puntapié inicial masivo a las películas independientes que se crean desde el punk y la amistad.
César Muñoz, comunicador, conductor de ¿Y qué pasó? de Via X y Ciudad Cola, recuerda a Divine y su imagen como un referente para el mundo drag. “Las películas en las que trabajaba sin duda ayudaba a que muchas drags se inspiren en su desenfreno, en su música, arte y política”.
“Nosotros nos ocupamos de recordarla y estar emulando y hacerla eterna porque su legado va a continuar y nunca vamos a olvidar esos referentes. Si vamos a hacer drag hay que recordar estas figuras que partieron hace mucho tiempo. Gracias a las mismas luchas que ellas tuvieron nosotros podemos hacer lo que hacemos hoy”.
Así como para directores, comunicadores o variados artistas también las Drag Queens han puesto sus ojos en la figura política de la performer. Dita Parthon comenzó su carrera usando como máximo inspiración las películas en las que Divine era protagonista.
“La descubrí haciendo zapping cuando niño en películas por el canal i-Sat, desde allí se convirtió en una de mis más grandes musas, marcó bastante mi carrera drag, influyó a tal punto que me han pedido en distintas oportunidades presentarme como doble para ciertos locales de la escena Under”, comenta.
“Dejó demostrado que no tienes que encajar en un patrón establecido de belleza para hacer lo que te gusta y sentirte hermosa en Drag, ella fue una rupturista para la época y su Drag influyó totalmente en las siguientes nuevas generaciones que desobedecen la línea, fue una monstrua grotescamente”, finaliza.
Roberto Doveris, director de Las Plantas y actual encargado de la residencia de videoclip del Festival Proceso de Error reconoce la importancia de la artista al lograr posar su mirada crítica en los sucesos de lo cotidiano.
“Creo que su voz, su cuerpo, el make up, y toda la gran amalgama de props que adornan sus historias, fueron configurando un imaginario del travestismo: la peluca, los tacones altos, las cejas, la verborrea, son elementos que podemos encontrar en cualquier bar gay con espectáculos de transformistas”.
Divine, agrega el cineasta, era la puesta en escena de una mirada crítica sobre los cánones de lo femenino. “Sus personajes no eran mujeres trans ni travestis, si no que eran mujeres que desafiaban las tradiciones de su condición de género, y eso era super divertido de ver y también una manera de obscena de poner el ojo sobre el american dream y su no tan secreta quintaesencia racista, misógina y homofóbica”, enfatiza.
¿Dónde recae hoy el cuerpo de Divine? ¿Qué significa marcar un antes y un después en la historia? Muchas personas pueden creer no conocerla, pero la imagen, sus pelucas, el maquillaje, su música, sus sonidos y su manera de performar en los escenarios están presentes en la cultura pop, parecen pasar desapercibidas, pero están ahí sólo debes abrir los ojos y darte cuenta.