¿Estamos ante el momento más extravagante de Björk? ¿Es eso siquiera posible?
Por Christian Vargas
Desde el 2015 con el disco Vulnicura ya se veían algunos cambios en el diseño de vestuario y la obsesión por el uso de las máscaras. Pero fue en el 2017 donde dio el gran salto con su disco Utopía.
Los vídeos de este último disco exploran la conexión con lo natural, la elasticidad de los objetos, la mutación y la naturaleza. En una entrevista para The Guardian en noviembre del año pasado ella declaró: “Utopía es optimista, no narrativo… hermoso, universal”, donde además agregó: “Es como el pez con tres ojos de Los Simpsons”.
Este disco es una isla, una isla de libertad llena de elementos orquestales, con sonidos de pájaros amazónicos y vestidos que te atrapan la visión. Y así lo menciona ella también: “Es una isla donde las plantas tienen bocas, meditando como colibríes o creciendo en tus manos”.
Y así, hace tan sólo una semana que se presentó en el escenario de Primavera Sound con un vestido de la diseñadora italiana Micol Ragni, que en una entrevista con la revista Vogue dijo: “Con Björk hubo una relación casi telepática o como una conexión supernatural”. La cantante islandesa se presentó con un diseño similar al de una vagina, con una pizca de color durazno y formas orgánicas.
Ragni por tal, sigue un poco las excentricidades de Björk y por lo mismo siente esa química, el empoderamiento de la mujer, las formas, la matemática del diseño y la expresión musical de las telas. En la misma entrevista se refiere al empoderamiento de las bitches que pueden controlar el mundo, si en ese sentido quiere llamarse, ya que cree que existen ambiciones de una talla mayor de estas excentricidades.
En el video “The Gate”, Björk encargó uno de los diseños más ambiciosos a la compañía de alta costura GUCCI, con la mano de Alessandro Michele quién también se desempeñó como director creativo del vídeo.
El vestido está conformado de pliegues de PVC y telas lurex de organza y un color baby pink, como también de perlas que fueron cosidas durante más de 300 horas.
En total, fueron 550 horas trabajadas en la creación y costura del diseño para una ambiciosa artista experimental e increíblemente creativa.
Photo by GUCCI.
El lugar de las máscaras
Björk cuenta en su libro “Bjork: archives” que las máscaras siempre han tenido una posición especial en el curso de la historia. Tanto en el teatro, como hoy en día en aplicaciones tecnológicas, donde el uso de un avatar o imagen de perfil electrónica proporciona esa capacidad de ser un personaje, un otro en la pantalla.
Es ese otro, u otra, lo que Björk quiere lograr a través de los diseños creativos de James Merry (en la foto). James conoció a Björk en 2008 en Londres, lo cual derivó en colaborar para su álbum Biophilia. James cuenta en una entrevista para I-D sobre el trabajo realizado en torno a las máscaras inspiradas en polillas : “Björk tenía un conjunto muy específico de referencias e imágenes compartidas conmigo, incluyendo algunas de las polillas realmente hermosas…me encantaron sus antenas blancas como helechos, así que comencé a bordarlas, y lentamente se convirtió en una especie de máscara tecno-victoriana”.
Actualmente James Merry sigue colaborando con la cantante, y desarrolla también intervenciones a logos deportivos con bordados de plantas y helechos que crecen de los mismos. Las máscaras principalmente hechas de silicona, contienen elementos que le otorgan luminosidad, fluorescencia y extravagancia.
Björk no ha dejado de usarlas en sus últimos conciertos, y podría ser el principio de una cultura natura-tech en los escenarios.
Futurismo y fast-couture
Björk podría ser fácilmente asociada al denominado movimiento futurista con sus diseños, una corriente artística nacida en los años veinte enfocado en las grandes ciudades, ella es mucho más que un diseño futurista; en ella ves la esencialidad de las cosas, la luz, los colores que no vemos cotidianamente como los flúor o los colores de los insectos, los fluidos y la piel.
También es ella la que explora otros tipos de diseños y experiencias tales como el fast-couture, que supone reciclar prendas de ropa y juntarlas a través de elementos como la silicona, experimentando con la industria de la moda rápida y a la sustentabilidad.
En la imagen abajo se ve uno de sus diseños fast-couture creados por Kevin Germanier con la máscara gold björchid de James Merry.
Sin duda Björk ha marcado un precedente en la industria de la moda, en los escenarios y en la música. La pasión que ella tiene para expresar sus ideas la han llevado a los más altos estándares culturales. Muchos movimientos artísticos pueden ser asociados a su imagen, pero ninguno de ellos habían sido mezclados con tanta delicadeza, una mezcla que contiene la música, la tecnología, la ciencia, la naturaleza, el diseño y la actuación.