Una entrevista con Michelle Bachelet, la primera mujer en ser Presidenta de Chile (y dos veces)

Una de las cosas que nos propusimos cuando iniciamos esta nueva etapa en POUSTA fue entrar de lleno en la arena política, pero más que lanzando opiniones e ideas, que también lo hicimos, nuestra idea era preguntar.

En el fondo, preguntarle a quienes toman las decisiones políticas en este país por qué piensan cómo piensan, hacen las cosas que hacen, y cuáles son sus planteamientos respecto de los temas que consideramos fundamentales para el futuro de nuestra sociedad.

Es así como, para estas elecciones recién pasadas intentamos entrevistarlos a tod@s y estuvimos muy cerca. Entrevistamos desde Eduardo Artes a José Antonio Kast. Desde MEO a Carola Canelo y Beatriz SánchezA todos l@s candidat@s que pudimos en realidad.

Pero había un objetivo mayor. Queríamos entrevistar a la Presidenta Michelle Bachelet. Y luego largos meses de meses de mails de ida y vuelta y reuniones con su equipo, finalmente lo logramos.

Y por supuesto que no desaprovechamos la oportunidad. Le preguntamos de todo. Incluso grabamos un video cocinando con ella “El sánguche Bachelet“.

No es necesaria mayor introducción. Te cuento que le preguntamos por sus momentos más difíciles, sus sensaciones por entregarle el mando a Sebastián Piñera, qué conversó con el equipo de Una Mujer Fantástica y la importancia de la Ley de Identidad de Género, sobre feminismo, sobre la renovación generacional en la política, y más.

Con ustedes: Michelle Bachelet. La primera mujer en ser Presidenta de Chile (y dos veces).

¿Cuáles fueron los momentos más intensos y duros de su mandato? 

Las catástrofes naturales siempre son muy duras y dolorosas. Producen  mucho sufrimiento y temor, especialmente entre las familias más vulnerables.

¿Y los más gratificantes?

Lo más gratificante en lo personal es cuando la gente se te acerca y agradece por alguna política pública que hemos implementado. A mí me emociona conocer cientos de relatos de jóvenes y familias que hoy estudian gratis en la universidad, por ejemplo. Eso me llena de orgullo.

¿Qué proyecto o proyectos de ley le resultan más dolorosos no haber podido  terminar en este ciclo?

Es necesario hacer una autocrítica, y es contraproducente tratar de santificar el pasado, porque no permite avanzar, y nuestros desafíos como centroizquierda están en el futuro. Las cosas siempre se pudieron hacer mejor, pero la autocrítica debe tomar en cuenta donde estábamos y qué era posible hacer. Hay que reconocer que buena parte de lo que impulsamos enfrentó intereses importantes y hábitos de inmovilismo. Frente a gran parte de los cambios que impulsamos, tuvimos una oposición frontal. Así es muy difícil construir acuerdos ni siquiera mínimos para tener respuestas compartidas frente a los desafíos urgentes del país. En ese contexto, haber partido y mover la frontera de lo posible era un logro en sí mismo.

“Las cosas siempre se pudieron hacer mejor, pero la autocrítica debe tomar en cuenta donde estábamos y qué era posible hacer”.

Por otro lado, algunas de las transformaciones que iniciamos son a largo plazo, los resultados de verán más adelante, o son cambios de paradigmas culturales, que se traducen en cambios de conducta de la sociedad. De todos modos las chilenas y chilenos han empezado a percibir y valorar cambios como la gratuidad en educación, la despenalización del aborto en 3 causales, entre otros.

Ahora bien, respondiendo a su pregunta, nosotros aprobamos el AUC que permite a parejas de personas del mismo sexo tener un estatus legal más igualitario. Remarco esto porque es un gran paso, y era impensable en Chile hace 4 años, nadie lo creía posible. Sin embargo, el matrimonio igualitario es uno de los temas que quedan pendientes, y que es urgente. Lo mismo pasa con el Proyecto de Identidad de Género, al que le puse suma urgencia antes de terminar mi Gobierno.

Si bien yo no comprometí en campaña el tema de pensiones, también nos hubiese gustado avanzar más.  Nosotros ingresamos los proyectos, pero no han avanzado en el Congreso.

En relación a los avances sociales alcanzados ¿Cuál es su mayor miedo respecto del nuevo gobierno de Sebastián Piñera?

No siento miedo, confío que el Presidente Piñera cumpla con lo que ha señalado en su campaña. Porque yo soy de las que cree en la palabra empeñada, sobre todo a la gente. Además, insisto, Chile cambió, y defenderemos lo que hemos avanzado, la gente se lo ganó en la calle, las reformas que he emprendido son responsables, responden al sentir de la ciudadanía, y las hemos diseñado de acuerdo a lo que indican los organismos internacionales. No son caprichos, tienen asidero en el devenir de nuestra sociedad, así que confío en que no habrá retroceso.

“No siento miedo, confío que el Presidente Piñera cumpla con lo que ha señalado en su campaña”.

¿Por qué resulta importante para Chile la aprobación de los proyectos de ley de Identidad de Género y Matrimonio Igualitario?

El otro día recibí al equipo de la película Una Mujer Fantástica, ganadora del Oscar a mejor película extranjera. Ahí converse con Daniela Vega, y ella me contaba que tiene que viajar con un pasaporte que refiere a una identidad legal masculina, una que no le corresponde, con la que no se identifica. Además de lo doloroso que eso es para una persona, trae una serie de problemas prácticos, permite la discriminación, etc. Eso es inaceptable en una sociedad que promueve los DDHH. Por eso puse suma urgencia al Proyecto. No es una cuestión de ideología, es un asunto de humanidad.

Lo mismo respecto al matrimonio igualitario, pero de nuevo: nosotros cumplimos, ingresamos el proyecto al parlamento, pero no avanzó mucho en esa instancia.

En este sentido, Chile tiene un compromiso internacional con la CIDH, así que tarde o temprano, y a pesar de quienes se oponen, se debe legislar en la dirección de generar las condiciones para que exista el matrimonio igualitario.

Es necesario avanzar en estas materias, porque en la medida que las sociedades, a través del Estado, entregan a la ciudadanía los derechos que le corresponden, disminuye la violencia, la discriminación, el odio.

¿Cuáles son los objetivos y expectativas al proyecto de ley de la Nueva Constitución?

La Nueva Constitución nos permitirá reencontrarnos con nuestra tradición constitucional republicana, democrática y social, la cual fue interrumpida con el Golpe Militar. En términos generales lo que pretende es ampliar la garantía de derechos, profundizar la democracia, probidad y transparencia, y entregar mayor poder a la ciudadanía en la toma de decisiones. Además, repara desigualdades de género en varios aspectos, y se reconoce a los pueblos indígenas como parte fundamental de nuestro orden constitucional, debiendo el Estado promover y respetar su integridad, sus derechos y cultura. Junto con ello se reconoce la representación indígena en el Congreso Nacional

Confío en que el nuevo congreso se tome en serio este debate y se avance. También el Proyecto propone que al final se haga un plebiscito final. Eso es muy importante, porque permitirá al texto de la Nueva Carta Fundamental contar con la legitimidad necesaria para garantizar la institucionalidad democrática.

¿Qué problemáticas debe tener en mente el próximo gobierno si desea resolver de fondo el conflicto en la Araucanía?

Bueno, como le decía recién, debe haber un reconocimiento constitucional. Nosotros sabemos que existe una deuda histórica con el Pueblo Mapuche, una situación que hemos enfrentado con más dialogo, invitando a los pueblos originarios a ser parte del diseño de soluciones. No es fácil, pero hay que perseverar en este esfuerzo. Sabemos también que algunas personas han sido víctimas de la violencia en la región, esas situaciones son intolerables.

Monseñor Héctor Vargas, que es el Obispo de la región, presidió la “Comisión Asesora Presidencial”, la que contó con 20 miembros, representantes del Ejecutivo, la comunidad mapuche, Iglesia y el sector privado. Esta instancia generó propuestas que permitirán enfrentar los desafíos de la región, y que se plasmó en el Plan De Desarrollo Para La Región De La Araucanía, que tiene tres ejes fundamentales:

  1. Reconocimiento de los pueblos indígenas, que incluye nuevas formas de participación y reparación.
  2. Políticas de Desarrollo Productivo Regional y Territorial.
  3. Política para la protección y el apoyo a todas las víctimas de la violencia en la región.

Creo que las soluciones pasan por más diálogo; reconocimiento de las diferencias, por ambos lados; y respeto de la cultura y tradición del Pueblo Mapuche.

¿Siente que tenemos pendiente educar sobre feminismo? ¿Cómo lo resolvería en un hipotético regreso a la política?

Sin duda, hay que educar en materia de género. Pero es algo que tiene que ocurrir desde la casa, derribando estereotipos. Siempre hago una analogía para explicarle, sobre todo a los hombres, lo negativo que es dejar a las mujeres a un lado, y es la siguiente: en una final de campeonato ningún equipo de fútbol se le ocurriría jugar con la mitad del equipo. Pues bien, eso es lo que ocurre cuando se margina a las mujeres de la toma de decisiones, cuando no se les deja ejercer liderazgo, desarrollarse profesionalmente, etc.

¿Cómo es su relación con las nuevas generaciones de la política nacional?

De mucho respeto, de dialogo. Desde luego que con los de mi sector he tenido mayor contacto. Me gusta que haya más mujeres, corajudas, que han liderado los movimientos estudiantiles como Camila Vallejo, Karol Cariola y Karina Delfino.

Con la gente del Frente Amplio también he tenido relación, varios de ellos fueron parte de mi Gobierno. Me gusta mucho lo que está haciendo Sharp en Valparaíso, por ejemplo. Me gusta su energía, ideas y voluntad de dialogo. Sin embargo, también es importante que los jóvenes en general recuerden el camino que hemos recorrido y valoren la acción política como herramienta para hacer cambios de verdad. Eso es fundamental para el desarrollo democrático de las sociedades y el progreso.

 Después de Sebastián Piñera ¿Quién debiese presidir nuestro país?

Quien el pueblo de Chile decida.

Nos costó demasiado recuperar la democracia, por eso hay que respetarla y cuidarla. Soy una demócrata por excelencia, lo que no quita que yo crea en un modelo de desarrollo centrado en el bienestar de las personas, en una sociedad de derechos, con un mercado que funciona y un Estado fuerte que regula y entrega garantías mínimas en salud, educación, vivienda. Sí me gustaría que más gente participara de las elecciones, es importante, así que hago un llamado a eso, sobre todo a los jóvenes. Habemos muchos que estamos en política porque queremos mejorar la vida de las personas, que vuelvan a creer, que se involucren en lo que ocurre a su alrededor, con su pueblo. Ahora, con el nuevo sistema político, hay muchas más posibilidades de participar. Confíen y atrévanse.

*Fotos por Paloma Palomino @palomapalomino