“Cómo cuidar de un pato” de Josefina González es una comedia teatral que funciona perfecto como una nouvelle de humor absurdo con la que después de reír mucho quedas un buen rato pensando.

Cantante, escritora y artista visual, Josefina González nació en 1983 y ha publicado dos fanzines: Mundo Absurdo #1 y #2, también el disco No Todo se Trata del Amor. Fue finalista del III Concurso de Dramaturgia del Teatro Nacional Chileno y la Universidad de Chile en 2015, en el que además fue galardonada con una mención honrosa publicó este año Cómo Cuidar de un Pato.

En el libro se aborda desde la dramaturgia y la comedia la muerte, los miedos, la paternidad primeriza y las relaciones interpersonales expuestas en clave metáfora de una familia que comparte un patio, un diálogo, una vida y una clase social.

Desde estas directrices se establecen rutinas sumergidas en el miedo y abordadas con una carga de humor que hacen llevaderas las 61 páginas de un guión teatral que, esperemos, se materialicen en una obra.

Larry es un futuro padre primerizo que se empeña en comprar dos patos para poner a prueba su paternidad. Decide comprar dos porque dentro de sus trastornos mentales, la ansiedad de dejar huella en el mundo le ronda la cabeza, cree que uno de los dos animales se puede morir y, como relata la autora en conversación con POUSTA, “por último le queda uno”.

De Josefina en Larry hay mucho. Comparten una honesta biografía, un diagnóstico y un par de muletillas de su cotidianidad.

Son siete personajes entre familiares y vecinos que se entrecruzan en un patio compartido algo precario, de barrio, de situaciones absurdas, pero con una carga filosófica digna de análisis. Un libro recomendado para pasar una tarde cuestionando las aptitudes propias no sólo para ser padre o madre, sino que también de estar listo para los eventos a los que te impulsa la vida y tensionar estos espacios con perspicacia.


Josefina González por POUSTA

Despistada, pero concreta. Divertida y veraz. Una mujer renacentista en tiempos contemporáneos; una artista que recorre las artes, las prueba, las tensiona, las evade y las trabaja.

Llegó a escribir comedia luego de pasar por las tablas. Actuó en la segunda temporada de Dónde Está Kate Moss del dramaturgo Diego Muñíz y en Yo Nunca Nunca de Begoña Ugalde; y está pronta a lanzar una performance en conjunto a otras dos artistas para mezclar la poesía, el movimiento y la actuación.

En 2016 recopila los chistes que va escuchando, que va pensando y que va diciendo en sus conversaciones a diario.

Con nulas ideas de dramaturgia asiste a un taller de este género y parte a escribir “Todo lo que escribía era retorcido”. Ocupó los textos que creó durante esos días, los alargó, les agregó conceptos en los que no había pensado y Cómo Cuidar de un Pato se transformó así en su primer híbrido entre una novela y una obra de teatro mientras se recuperaba de un accidente deportivo que la dejó en cama por tres meses.

Siempre he sido depresiva con trastornos de pánico y miles de problemas. Llegué a los 30 y algo me pasó y se me quitó, de alguna manera, la depresión y empecé a encontrar todo más gracioso.

Reírse del miedo es su forma de humor favorita. “Antes de escribir este libro me daba pánico la idea de tener hijos, ahora ya no”. Escribir ha sido una terapia que redireccionó a sus otros miedos, esperando tener el mismo resultado. A fin de cuentas le ayudó a querer sus patologías mentales.

Los padres modernos tienen este miedo. Existe esta sensación de inseguridad a la hora de tener hijos que más allá de tener relación con la economía, tiene relación con las herramientas para cuidar de otro humano, sobre todo de uno bebé, de ser lo suficientemente bueno y evitar que tu hijo se convierta en un ladrón de bancos fallido, en un depresivo que se intenta matar o que herede tu personalidad.

Sin embargo González está segura con Larry, piensa que sería un buen papá, un padre presente y un ejemplo de la paternidad moderna. “Estaría tapado en miedo y paranoia, probablemente cometería estupideces que serían graciosas para uno, que no es él”.

MP: Continuamente me reía mientras Larry conversaba o pensaba para sí mismo, la manera en la que los demás personajes lo trataban, pero separándome de la lectura, finalmente nos estamos riendo de los trastornos mentales de este futuro padre.

JG: ¿Por qué te da risa eso? Yo fui honesta con mis miedos. Cuando yo se lo cuento a mi psicólogo del Cesfam se ríe, porque en el fondo contar mis experiencias y lo que pasa dentro de mi cabeza de esta manera es un estrategia de supervivencia.

Tengo cero depresión ahora, tengo otros trastornos: me da miedo todo, me da pánico todo. Todos los personajes tienen algo de uno si uno es más o menos sincero. Amiga de los Perros (Personaje de Cómo Cuidar de un Pato), es una recreación de las peruanas amigas que cuidaban a su abuela. Reírse de uno es una estrategia de los comediantes, ficcionan la realidad.


 

La muerte y la clase social de Josefina González

Larry morirá en 23 años más. Una página en Internet se lo dice. Como ya mencionaba, compró dos patos porque el miedo a que se muriera uno.

La muerte es un miedo que tenía antes cuando pensaba en tener hijos. Si tengo, voy a tener dos o tres, porque si tengo uno y se muere ese, me hundiré en un pozo profundo sin salida porque no hay nada más terrible que se te muera un hijo. Por último si me quedan dos, o uno, tendré una luz de esperanza en la vida.

“Es una terrible manera de pensar, fatalista, asquerosa, pero yo pensaba eso”. La muerte ronda todas las artes, inspira la dramaturgia y la literatura en general.

La jerga, el lenguaje, la conversación, las muletillas denostan clase social, de alguna manera. Presentan un imaginario particular del humor presentado como un escenario de crítica que funciona como la reproducción de la misma vida de González.

Creciendo en un pueblo cerca de Temuco escuchó la mayoría de los diálogos que se leen en estas páginas y que también funcionan como un archivo autobiográfico.


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