El Freeskiing World Tour by Smirnoff y su parada chilena ya están en marcha, con nieve de primera calidad y un spot alucinante, como son las cornisas de Santa Teresa, en la cara oeste de El Colorado.

Y en medio de la torre de Babel protagonizada por los 40 mejores skiers extremos del mundo que prueban suerte y técnica en este mágico punto, el chileno Isidro Quiroga, que asoma como una de las grandes cartas locales en competencia, se da un tiempo en medio de los entrenamientos para compartir con nosotros en el Base Camp Smirnoff.

Se declara un enamorado que vive para, por y con el ski desde los 4 años. Y hoy, con 22 recién cumplidos y a punto de egresar de Ingeniería Comercial en la UC, nos cuenta qué se necesita para ser un skier extremo.

“Lo primero es que desde muy niño anduve sobre los palos (skies), lo que te da confianza para enfrentar casi cualquier cosa, porque cuando tienes 3 ó 4 años todo te parece normal”, explica modo de introducción en este universo donde el concepto del miedo parece no existir.

“Hoy mismo me tiré de una roca al vacío y por momento sentí que volaba. Pero no te equivoques, que fue muuuy meditado. Eso sí, el salto igual fue medio hardcore y recién ahora que estoy sentado aquí en el Base Camp de Smirnoff se me relajó un poco el corazón”, dice entre risas, adelantando algo del show que se verá a partir de las 10 de la mañana de este viernes.

Respecto de sus posibilidades frente a tanta figura de talla mundial, Isidro apunta con claridad y sin asomo de soberbia: “Creo que si repito las líneas que bajé hoy en Santa Tere puedo llegar a la final. Pero si me preguntas quién gana, te digo al toque que la corona se la va a llevar el Chopo Díaz, porque es localazo y aquí es como su patio trasero”.

Por último, deja una invitación para todos los amantes de la adrenalina y el buen ambiente: “Les digo que vengan, que no se queden en casa. Está definitivamente radical, es un imperdible en la agenda del invierno, por lo que pienso que esto será el evento más cool del año. Y si después se quedan a compartir en el Base Camp de Smirnoff les aseguro que tienen pagadísima la jornada”.