Muchos antes del primer amplificador de guitarra o parlante, los Mayas transformaron a sus edificios (quizás sin querer) en gigantes amplificadores del sonido.

Según National Geographic estos efectos de sonidos en las construcciones servían principalmente para aumentar las charlas de algun personaje importante o para desorientar audiencias.

Un equipo de arqueólogos acaba de descubrir que unos templos ubicados al norte de Palenque fueron, al parecer, diseñados para amplificar voces humanas, además que en el lugar se encontraron una serie de instrumentos musicales.

Todo lo anterior sumado a la famosa piramide Maya de Chichen Itza que es conocida por el sonido del pájaro que emite ya que si nos paramos a cierta distancia y aplaudimos, el sonido del aplauso se transforma en el sonido del ave Quetzal (yo lo hice y en verdad es genial el efecto).

Si quieren saber mas del descubrimiento revisen el informe de NG.