En 2015  un colectivo de mujeres empezó a viajar por distintas partes de Bolivia para instruir acerca de defensa personal y autocuidado emocional. Hoy, más de 20.000 mujeres han participado en sus cursos, herramienta que les ha servido para identificar relaciones tóxicas y saber cómo reaccionar en caso de una agresión.

La violencia es un riesgo al que mujeres de todo el mundo se enfrentan por el simple hecho de nacer. Solo en Bolivia, el organismo público registró 113 femicidios en 2020, mientras que un año más tarde la cifra fue de 108, es decir, un asesinato cada tres días. A eso se le suma que tres de cada cuatro aseguran haber sido víctimas de agresión en el país, según confirmó un informe de la ONU.

Las cifras son preocupantes y, ante la burocracia del sistema para sancionar a los agresores y apoyar a las agredidas, un grupo decidió tomar acción para defenderse en situaciones críticas.

Se trata de Warmi Power, un colectivo que Laura Roca y Kimberly Nosa fundaron en 2015, con el objetivo de instruir a mujeres en materia de defensa personal a través de conocimientos de la psicología y el taekwondo. De hecho, la primera palabra de su nombre significa mujer en idioma aimara.

“Vivimos en una sociedad machista y misógina, donde todos los días nos violan, matan y sacan nuestras pertenencias”, declaró la primera en una entrevista con El País, quien practica el arte marcial desde hace 25 años y tiene experiencia como psicóloga social en organizaciones dirigidas a mujeres.

En un inicio, contaron con el apoyo de la alcaldía de La Paz para viajar a zonas alejadas, en donde la mayoría vestían ropas tradicionales de la cultura aimara, para asistir a las habitantes con lecciones de defensa personal, pero solo bastó un año para el municipio retirara los fondos bajo el argumento de un ajuste de presupuestos. Roca desconfía de la veracidad de su argumento, de hecho, cree que su decisión fue por un tema político.

Aun así, Warmi Power siguió con su objetivo de empoderamiento femenino en diversas partes del país. En palabras de Nosa, “hay que recalcar que nuestra metodología se va adaptando de acuerdo a la población y al lugar que llegamos”, por lo que los cursos varían según la edad de las participantes y los espacios en lo que se desenvuelven.

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Asimismo, su organización tiene tres fundamentos clave. El primero es el desarrollo personal, el cual explican que se relaciona con la inteligencia emocional y “las creencias limitantes, el autoestima, el autocontrol y la actitud”, mientras que el segundo, tiene que ver con la prevención de relaciones tóxicas y la identificación de distintos tipos de violencia, para que así no deban recurrir inevitablemente a la defensa en el plano físico. Y precisamente, el último pilar tiene que ver con este último aspecto, según Nosa, “es ahí donde trabajamos intensamente también con Laura, porque son técnicas básicas de escape”.

Una de las mujeres que participa en el proyecto, Jhesmin Huanca, manifestó a El País que las sesiones le han sido de utilidad para saber cómo reaccionar en el caso de sufrir una agresión en su casa o en un espacio público. “Si una persona se nos está asomando, yo ya digo ‘voy a tomar esta técnica’. Tal vez picarle en los ojos o darle en el cuello, ya tengo esa herramienta para poder defenderme, ya sé cómo reaccionar”, declaró.

A pesar de que Bolivia tiene una ley que sanciona específicamente los casos de violencia de género, Huanca manifestó que estas son ineficientes y que, incluso, hay situaciones en las que las mismas fuerzas policiales piden “que los disculpen y no hagan ningún tipo de denuncia”. Asimismo, añadió que “hay muchos huecos” y que “salen libres y con ese permiso de saber que no les va a pasar nada si violan o matan”.

Hasta la fecha, Warmi Power ha apoyado a más de 20.000 adherentes, mientras que la mitad de ellas han sido indígenas. “Queremos que más mujeres se vean reflejadas en ellas y en nosotras para que puedan hacer no solo esto, sino que lo que les gusta”, declaró Roca a El País.

Puedes encontrar más información sobre la organización aquí, mientras que si eres víctima o testigo de violencia en Chile, puedes llamar al 1455 para comunicarte con personal capacitado por el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género. También puedes visitar su página web aquí.