A más de dos años del inicio de la pandemia y cuando algunos países ya avanzan en la vacunación de una cuarta dosis contra el COVID-19, el gobierno de la ciudad china fijó el 11 de julio como la fecha para empezar a exigir un pase de movilidad. Como el que tenemos en Chile, este será obligatorio para entrar a lugares de reunión.

Desde el lunes de la próxima semana, para entrar a bibliotecas, cines, museos y cualquier lugar que sea considerado un punto de encuentro de Beijing, será necesario contar con un certificado de vacunación contra el COVID-19. 

Desde el comienzo de la pandemia, que cambió el paradigma internacional de salud, empleo y cientos de otras áreas y que tuvo su origen hace más de dos años en la ciudad china de Wuhan, en diferentes ciudades del gigante asiático era necesario contar con un examen negativo de PCR.

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Sin embargo, cuando hay países que desde hace meses consideran el certificado de vacunación como un requisito para asistir a lugares de reunión, Beijing se suma a estas alturas de la pandemia.

Una de las razones para implementar este pase de movilidad, como es llamado en Chile, es para incentivar la inoculación de adultos mayores, quienes forman parte de los grupos de riesgo de esta enfermedad. 

En Hong Kong, durante marzo de este año, se vivió una ola de contagios que provocó más de 100 muertes diarias. Cuando comenzó este brote, sólo el 43% de las personas mayores de 80 años se encontraban vacunadas.

Esta implementación del pase de movilidad se suma a medidas que China mantiene estrictamente como controles fronterizos, aislamiento de infectados y sus contactos estrechos, además de testeo masivo en cualquier zona en la que se genere un brote.