Sin saber realmente cómo llegamos al momento de publicar nuestro tercer Beyond, pero aquí estamos. No se vuelve más sencillo y los desafíos que nos ponemos tampoco.
Si para el primero nos lanzamos a la tarea de conocer y escuchar a la generación que probablemente termine por sacarnos a todos de nuestros puestos, los Z (que todo indica que nos tomarán por asalto al igual que los zetas se tomaron el tráfico de drogas). Luego y por consiguiente, nos metimos a conocer todo lo que había y lo que habrá por conocer respecto a drogas y nos costó removernos la resaca que esa aventura nos dejó.
Pues bien amig@s, para la tercera, que ni de por lejos es la vencida, quisimos hacer un número dedicado a lo que como símbolo, objeto, idea, concepto y estructura es la base y médula del mundo en el que vivimos: el puto dinero.
No hay ningún país del mundo donde este no sea el real Dios que controla el teje y maneje de absolutamente cada cosa que suceda, pero en Chile cobra especial importancia dado a que independiente de lo que tu tío facho diga medio ebrio en la sobremesa, este país no es otra cosa que un experimento gringo, una especie de jaula de ratas de cómo funcionaría una sociedad si la sometes al neoliberalismo más brutal que hay. De ver hasta dónde se puede llegar. De eso y de ninguna otra cosa se trató la dictadura de Pinochet y compañía.
Entonces, acá por más fanatismo católico, evangélico, budista o la chifladera de moda que sea que haya, el único Todopoderoso que importa es el número que tengas en tu cuenta del banco. Por mucho que reces y hagas cadenas de oración, acá si no tienes plata, si te enfermas o tienes un accidente, te mueres y dejas endeudada a tu familia. Si no tienes plata, no comes. Si no tienes plata, no estudias. Si no tienes plata, duermes en la calle. Y se acabó.
Vivimos en un país en cuya capital está el edificio falocentrico más grande del continente, en cuyo interior hay un mall donde la gente va a suicidarse y el resto sigue comprando como si absolutamente nada pasara.
Así son las cosas y partimos a preguntarle a Alberto Rodríguez, Director de nada más y nada menos que del Banco Mundial para buena parte de Latinoamérica, sobre cómo las nuevas generaciones y sus hábitos sociales están cambiando la economía mundial.
Te armamos un manual sobre Bitcoins y Ethereums para hacerte una idea de para donde va la cosa en términos de monedas del futuro-presente tan Black Mirror que estamos atravesando. Hicimos una sencilla comparación entre como opera un Estado moderno y no pescado de los testículos por los poderes económicos, como Alemania, en comparación con uno secuestrado por los ricos, como el chileno, para mostrarte por qué estamos como estamos.
Cruzamos cifras y corazones para contarte como el Estado chileno permitió que casi un millón de jóvenes quedaran endeudados casi de por vida, solamente por estudiar en la universidad gracias a un crédito de consumo disfrazado de subisidio estatal: el infame CAE.
Por el otro lado de la moneda te mostramos los que están viendo el lado brillante del sistema. De unos que se hicieron ricos jóvenes con el sueño generacional, una aplicación exportable y otros que nacieron en lo que antiguamente se llamaba “cuna de oro” y presumen de pornográficos lujos en cuentas de Instagram que obviamente no podemos parar de mirar.
Lánzate, como el tío rico Mac Pato se tiraba de piquero a su piscina de monedas (puta que debe haber dolido) a revisar este especial sobre el dinero que te entregamos de forma totalmente gratuita, con soundtrack incluido.